El valor de los valores
A Los valores universales, tales como la paz y el amor, son innatos en el alma de cada ser humanos. Traen calidad y dignidad a nuestras vidas. Por este motivo, los valores son quizás nuestra posesión más valiosa. Le dan brillo a la vida.
Nadie puede robar esta propiedad, ni nadie puede quemarla. Los valores no pueden perderse para el alma, le pertenecen para siempre.
Los valores, sin embargo, pueden ser negados. Pueden quedar enterrados bajo la influencia negativa de otros y del mundo. El signo de esto es que aunque se habla mucho de los valores, pocos son los que los demuestran en sus vidas, en la práctica. El resultado de esto es la belleza artificial.
Los valores no crecen fácilmente en una mente llena de negatividad. Tal terreno se ha de preparar con la pala de la esperanza y hacer fértil mediante el agua del pensamiento elevado y los sentimientos generosos del corazón. Entonces nuestros valores, como semillas, crecerán de dentro afuera.