Vivir con éxito no es más ni menos que el arte del dominio de técnicas confiables para solucionar problemas comunes.
Libro de Urantia. Pág.1772
¡Qué simple nos presenta el éxito la cita de hoy! pareciera ser que basta con saber solucionar los problemas del diario vivir, pero cabe preguntarnos ¿cuales son estos problemas? porque muchas veces ellos sólo existen en nuestra mente consumista, que teniendo mucho más de lo que muchos otros tienen, siempre estamos deseando tener más y en medio de esa fiebre consumista, nos aceleramos trabajando el doble y olvidando de entregar más amor y compañía a los seres amados, que más dinero para comprar todo lo que el mercado les ofrece.
Ahora con el mundial de futbol una inmensa mayoría se está endeudando más de la cuenta, tanto para ir a Sudáfrica, como comprándose el mayor de los plasmas de Alta Definción posible, porque ya no es suficiente ver los goles desde un simple televisor. El no poder alcanzar estos logros como otros similares, nos hace sentir apesadumbrados y faltos del éxito anhelado ¿es esto lógico? Por supuesto que no, porque el éxito no se puede evaluar por lo que tenemos sino por lo que somos e incluso más por lo que sentimos, porque el verdadero éxito es aquel que nos ayuda a conseguir nuestra supervivencia eterna, porque es el único que perdura a través del tiempo, pues "¿de que le vale al hombre ganar el mundo entero, si al fin pierde su alma?"
El éxito puede convertirse en algo peligroso si no se tiene una base firme de espiritualidad que permita continuar con los pies en la tierra, pues el éxito infla al ego que comienza a creerse dueño del mundo, e ignora las debilidades propias de su condición humana y “cuando te sientes importante, pierdes energía a través del desgaste de la dignidad del ego, de manera que queda poca energía para continuar la tarea.” 555 de evolucionar y alcanzar la meta de la perfección.
Como hijos de Dios debemos asemejarnos a Él, por eso el éxito debería ser nuestra meta en todo lo que hacemos, porque ello significa excelencia, y ella no se adquiere si no es con esfuerzo y conciencia de lo que hacemos. Pero el camino del éxito no es recto, está lleno de curvas peligrosas, llamados fracasos que debemos aprender a sortear antes de poder considerarnos exitosos. Tanto el éxito como el fracaso, son una etiqueta que ponemos a ciertas situaciones humanas, que no son permanentes sino circunstanciales y que nosotros podemos revertir, porque el ser humano tiene en su mente un poder extraordinario pues “el poder moral y la energía espiritual, son fuerzas poderosas que pueden ser utilizadas para tratar situaciones sociales difíciles y resolver problemas económicos complicados.” 1739
Las dificultades, los fracasos no son sino escalones que si sabemos superarlos nos permiten alcanzar el éxito, porque éste, no es posible conseguirlo sin experiencia y estamos en esta vida para aprender a sortear las dificultades y los problemas inherentes a nuestra condición de humanos, usando nuestra mente y nuestra espiritualidad “la religión no elimina ni destruye los problemas humanos, pero los disuelve, los absorbe, los ilumina y los trasciende.” 2093 y "la mejor manera de solucionar problemas enmarañados consiste en alejarse de ellos por un tiempo. Así, cuando volváis descansados después de un período de esparcimiento o de adoración, podréis atacar vuestros problemas con mente más clara y mano más firme, y desde luego, con el corazón más resuelto. Muchas veces veréis que el problema se ha achicado en tamaño y proporción durante vuestro reposo de la mente y el cuerpo.1611"
Si analizamos en conciencia lo que nos parece un problema que nos impide llegar al éxito, nos daremos cuenta que muchas veces, ese problema es inexistente, que sólo está en nuestra mente que está atemorizada incluso de alcanzar el éxito que decimos desear, porque nos asusta la responsabilidad que él conlleva. Por eso es importante "descubrir de que muchas perplejidades humanas son en realidad inexistentes, muchos problemas aparentemente graves son la creación del temor exagerado y el resultado del recelo magnificado. Hay que aprender que tales perplejidades se manejan mejor alejándose de ellas, al poner un poco de distancia, dejamos que esos problemas se solucionen por sí mismos.1611"o que nosotros con uma mente fría seamos capaces de encontrar la mejor solución.
yolanda silva solano