Vivimos en un mundo de causa y efecto. Nada es casual, nada "sólo pasa". No existen coincidencias o accidentes. Sólo lo parece a nuestros sentidos limitados. ¿Por qué perdemos de vista la verdad?
La respuesta es el tiempo. Las consecuencias de nuestras acciones aparecen en diferentes momentos y lugares, así que no reconocemos enseguida la maquinaria de causa y efecto. El propósito del tiempo es permitirnos que el libre albedrio sobrepase a nuestra naturaleza. Cuando decidimos oponernos a nuestro carácter egocéntrico, somos recompensados con un mejor efecto que el que debiéramos recibir.
Hoy, salte en verdad de tu camino para restringir tu enojo, celos, miedo y egoísmo. Sabe que el hacerlo no sólo es acerca de ayudar a otros sino de ayudarte a ti mismo. Quién sabe qué es lo que está regresando a ti como un búmerang.
QUE TODOS LOS SERES DE TODOS LOS MUNDOS TENGAN PAZ,FELICIDAD Y ABUNDANCIA
RECIBE UN ABRZO CON CARIÑO PARA TI, TU AMIGO MIGUEL RAMM