Todos nosotros hemos pasado muchos días,
o semanas enteras, sin recibir ningún gesto de cariño del prójimo.
Cuando escuchemos que nuestro fuego crepita,
que la madera cruje, que las brasas brillan o las
historias que las llamas cuentan, la esperanza nos será devuelta.
Si somos capaces de amar, también seremos
capaces de ser amados. No es más que cuestión de tiempo.
Son momentos difíciles, cuando el calor humano
desaparece, y la vida se reduce a un
arduo esfuerzo por sobrevivir.
En esos momentos en que el fuego ajeno
no le da calor
a nuestra alma, debemos revisar nuestro propio hogar.
Debemos agregarle más leña y tratar de iluminar
la sala oscura en la que nuestra vida se transformó!!
(Autor Paulo Coelho)
Con afecto les comparte!!
Martha Aurora
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