La familia es la unidad fundamental de la fraternidad, en la que padres e hijos aprenden esas lecciones de paciencia, altruismo, tolerancia e indulgencia que son tan esenciales para la realización de la hermandad entre los hombres.
Libro de Urantia. Pág. 941
Ayer celebramos el Día del Padre y no hace mucho el Día de la Madre, muchos dicen que son fiestas comerciales, sin embargo no podemos negar que cada año van tomando más importancia y es muy bueno que así sea, porque ellas son un recordatorio y un estímulo para que los hijos recuerden a sus padres, porque muchos de ellos al crecer, olvidan a sus progenitores en la medida que éstos van envejeciendo y haciéndose aparentemente inútiles e invisibles a sus ojos.
Todo lo que sea por fortalecer los lazos familiares debe ser bienvenido, porque lo queramos o no, la familia es el principal vínculo en donde puede nacer y florecer el amor y la convivencia en paz y armonía. " El matrimonio, con los hijos y con la consiguiente vida familiar, estimula los potenciales más elevados de la naturaleza humana y provee simultáneamente el camino ideal para la expresión de esos atributos acelerados de la personalidad mortal. La familia provee la perpetuación biológica de la especie humana. El hogar es la arena social natural en la que los niños en crecimiento, pueden captar la ética de la hermandad de la sangre. La familia es la unidad fundamental de la fraternidad entre padres e hijos.941"
Jesús al hacerse uno de nosotros y elegir voluntariamente nacer en una familia, nos está enseñando la importancia que ella tiene en el desarrollo tanto de los padres como de los hijos, pues la misión de ser padres es tan importante que "ningún ser humano puede escapar de la experiencia de criar hijos, los propios o los ajenos, sea en los mundos materiales o posteriormente en el mundo de los finalistas. 531 y es natural que así sea, porque Dios en su infinita bondad ha escogido a los padres como sus colaboradores directos para dar la vida material y formar la espiritualidad. "los hombres y las mujeres, son los socios de Dios, en el sentido de que cooperan para crear seres que crecen y que llegan también a poseer el potencial de un alma inmortal.1471
No basta el tener hijos, la experiencia real está en aprender a criarlos, y como nadie nos enseña como hacerlo, porque cada hijo es único, debemos aprender a entregarles lo mejor de nosotros mismos en todo momento. Felizmente desde hace unas pocas décadas, la crianza y la educación de los hijos es compartida, porque antes era tarea casi exclusiva de las madres. Es un gran avance que ahora el hombre también esté utilizando su rol no sólo de proveedor, sino también de formador porque "los niños necesitan a sus padres tanto como a sus madres y a la vez tanto los padres como las madres necesitan vivir esta experiencia"531
Tengamos cuidado que con la vida tan aprisa y tan saturada de consumismo, olvidemos que nuestra misión como padres y madres, no es ser buenos proveedores y satisfacer económicamente todos los deseos de nuestros hijos para que sean felices, porque lo que ellos más necesitan es de nuestro tiempo para ser escuchados y de nuestro amor para ser comprendidos en cada una de sus etapas de crecimiento.
yolanda silva solano