Desapegarse en paz es decirle adiós al pasado con amor y aceptación. Soltar el control y el temor sobre el futuro y permitir que la vida te muestre alternativas de armonía y prosperidad. Al confiar en ti mismo y en tu verdadera esencia, te capacitas para abrazar el cambio y renacer a una nueva etapa.
Cuando te conectas con tu sabiduría interior comprendes que cada momento es para vivirlo y consumirlo completamente en el aquí y el ahora. Al liberarte de la necesidad de repetir el pasado, aprendes a dejar ir lo ocurrido y permites que la venida de nuevas y armoniosas experiencias se manifieste en tu vida.
El insistir en que las cosas tengan que ser como eran antes, te ancla en el ayer y te limita a nuevas expresiones. Esta mentalidad, te atrapa en tu zona de confort y te impide crecer, evolucionar y comprender en un nivel más profundo el propósito de los acontecimientos y la verdad de tu Ser.
Al aceptar tu proceso de crecimiento personal y maduración espiritual dejas de pelear con los cambios que te presenta la vida y puedes acoger las nuevas aventuras más fácilmente. Cuando dejas de resistirte a las circunstancias, esa resistencia que te impedía avanzar se debilita y se va trasformando en aceptación y comprensión.
Aceptar tu momento presente abre el canal de comunicación con tu Guía Interna. Al despejar la mente de quejas y críticas, dejas a tu Maestro Interno mostrarte que detrás de cada "pérdida" del pasado hay una resurrección. En la abundancia de tu interior, entre más te capacitas a dar y soltar, más te capacitas a recibir y vivir desapegado.
Tener una actitud de aceptación frente a tus circunstancias te permite vivir en un fluir. Sin resistencias logras reconocer y respetar los momentos en que te encuentras. Tu Guía interna te ayuda a identificar las diferentes etapas que atraviesas y te enseña a aceptar esos diferentes momentos de tu evolución. Ese Maestro amoroso que vive en ti, te da la sabiduría y visión pasa saber cuándo estás dentro del capullo en un momento de preparación para un nuevo comienzo, y cuándo estás listo y fuerte para salir a volar.
Dejar ir y desapegarte implica valor pues este acto te mueve de tu zona de confort y te adentra en una zona desconocida que te puede desubicar. Cambiar y dejar ir las viejas creencias puede producirte miedo y este temor se puede reflejar en malestar emocional, mental e incluso físico. Sin embargo, atravesar esta incomodidad fortalece tu crecimiento, te llena de valor y te brinda cualidades indispensables que te ayudarán a avanzar en tu camino.
Tu Guía interna, es tu misma sabiduría innata, tú puedes acceder a ella simplemente invitándola. Cuando se lo permites, ella se encarga de señalarte el camino seguro donde encontrar consuelo, paz y amor. Cuando te abres a su cuidado, este Maestro o Guía Interior te enseña a reconocer cada reto como una oportunidad para crecer y extender todo tu potencial.
Cada vez que te enfocas en tus miedos te cierras a tu Guía Interior y escuchas solo la voz de tu personalidad o ego quien representa una mentalidad de limitación. Desde esta perspectiva temerosa no ves las soluciones pues entras en un estado de conflicto. En el miedo no puedes ver la salida porque la ansiedad, las frustraciones, los resentimientos o las culpas te ciegan.
Al dejar de proyectar tus miedos pasados en el futuro y volver a confiar en el ahora, te centras de nuevo en el presente y te abres al amor. Tu Guía Interna sabe dar este paso por ti, si tu la invitas a hacerlo. Ella te puede sacar del estado mental de temor y llevar a un estado de tranquilidad mental y emocional desde donde puedes vislumbrar maravillosas realidades y ver la solución que buscas.
Cuando recuerdas que caminas de la mano de tu Dios interior soltarte al desconocido se convierte en una grandiosa travesía en donde descubres que mas allá de las sombras siempre esta la luz y más allá de la luz siempre está el amor Dios.
Decídete a soltar y dejar ir lo que obstaculiza tu paz. El desapego puede ser tu amigo.
Elige momento a momento confiar y vivir plenamente el presente.
¡Ser feliz es siempre tu elección!... El tiempo de decidirte ocurre en el ahora.