Esperar el bien
Acojo cada experiencia con confianza, esperando sólo el bien.
Cada día ofrece una variedad de encuentros y experiencias. Tengo presente que lo que experimento en la vida refleja mis expectativas. Si comienzo mi día sintiendo temor, probablemente tendré una experiencia desagradable. Mas, si espero con anhelo lo que el día tiene para ofrecerme, tendré una experiencia gratificante.
¡Puedo escoger mis pensamientos y elijo esperar el bien! ¿Y por qué no habría de hacerlo? El Espíritu morador es mi compañero constante. Aun ante los retos, Dios no falla. Demuestro sabiduría gracias a las ideas divinas. Disfruto de fortaleza gracias al poder divino en mí. Dios me apoya y sustenta.
Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: "No temas, yo te ayudo". —Isaías 41:13 |