Cuando el hombre se asocia con Dios, pueden ocurrir y de hecho ocurren cosas grandiosas.
Libro de Urantia, Pág. 1467
Para aociarnos con Dios, es preciso tener nuestra conciencia alerta para escuchar sus proposiciones y consejos. Significa tener nuestra voluntad dispuesta a acatar su voluntad, no en forma ciega y dogmática sino con el convencimiento que El como socio capitalista, tiene una mejor visión de lo que es mejor para la sociedad que significa vivir nuestra vida en unión con él, porque no podemos olvidar que "la mente es el buque, el Espíritu tu piloto y la voluntad humana es el capitán,1217" pero no sacamos nada con tener una mente inteligente, un piloto divino, si nuestra voluntad no da la orden de avanzar por el Camino, porque debido a nuestro libre albedrío, las decisión final siempre será nuestra, ya "que no se puede conducir al regcijo de la salvación a un alma que no quiera ser salvada.1466 pues "la presencia de la divinidad no es caprichosa ni arbitraria, su variante experiencial es inherente a la dote de libre albedrío de las criaturas personales. De este modo, el Espíritu se vuelva humildemente obediente a la elección del ser humano.150"
Ser socios con Dios significa adquirir un compromiso en forma volitiva, en donde no tiene nada que ver ni la moralidad, ni las leyes humanas ni religiosas, porque es una relación consciente, personal y exclusiva entre la criatura y su Creador, porque es "una forma de vida y una técnica de pensamiento 1013" que no puede enmarcarse en días ni horas deteminadas, porque es "una manera significativa de vivir en forma dinámica y frente a frente con las realidades comunes de la vida diaria.1089"
Ser socios con Dios, no significa cambiar nuestra manera de vivir, ni aumentar en horas nuestra meditación, quiere decir que debemos aprender a hacer en forma extraordinaria, lo ordinario del quehacer cotidiano, para lo cual sólo necesitamos hacernos cada vez más consciente de lo que estamos haciendo y para qué, pues son nuestras verdaderas y ocultas intenciones, las que le dan valor de eternidad a lo que hacemos, pues "el hombre no puede jamás decidir sabiamente sobre los asuntos temporales, ni trascender el egoísmo de los intereses personales, a menos que medite en presencia de la soberanía de Dios y tome en cuenta las realidades de los significados divinos y de los valores espirituales.1093"
"La interdependencia económica y la fraternidad social en último término conducirán a la hermandad, porque las necesidades económicas atan al hombre a la realidad, y la experiencia religiosa personal, lleva a ese mismo hombre a enfrentarse con las realidades eternas de una ciudadanía cósmica en constante expansión y progreso.1093" que sólo es posible alcanzar, cuando ponemos nuestra alma, nuestra mente y nuestra voluntad al servicio de la voluntad divina.
"No dejéis de recordar que la voluntad de Dios puede cumplirse en cualquier ocupación terrenal. No hay unas vocaciones que sean santas y otras que sean seculares. Todas las cosas son sagradas en la vida de los que son conducidos por el espíritu; o sea, subordinados a la verdad, ennoblecidos por el amor, dominados por la misericordia, y controlados por la ecuanimidad y la justicia. 1732"
"Debéis dejar de buscar la palabra de Dios tan sólo en las páginas de los viejos libros de la autoridad teológica. Los que han nacido del espíritu de Dios de ahora en adelante discernirán la palabra de Dios sea donde fuere que ésta poriginarse. La verdad divina no debe ser desechada porque el canal de su transmisión sea aparentemente humano. Muchos de vuestros hermanos aceptan la teoría de Dios con la mente pero espiritualmente no consiguen comprender la presencia de Dios. Ésta es justamente la razón por la cual tan a menudo os he enseñado que el reino del cielo puede ser comprendido mejor si se adquiere la actitud espiritual de un niño sincero. No es la inmadurez mental del niño la que os recomiendo, sino más bien la simpleza espiritual de un pequeño que cree con facilidad y confía plenamente. No es tan importante que conozcáis el hecho de Dios como que crezcáis cada vez más en la habilidad de sentir la presencia de Dios.1733" y enotnces, estaremos preparados y dispuestos para las grandes cosas que se nos tienen preparadas como hijos fieles.
yolanda silva solano