La identidad mortal, es una condición transitoria de tiempo y vida en el universo, es real sólo cuando la personalidad elige tomar el camino de la eternidad, por su propia decisión y elección de su libre albedrío.
Libro de Urantia.Pág.1232
Sabemos que no tenemos libre albedrío ni para nacer, ni tampoco para morir, sin embargo el alcanzar la eternidad siendo perfectos como lo es nuestro Padre, es una elección totalmente nuestra, porque "la personalidad del hombre es eterna, pero en cuanto a la identidad es una realidad condicionada a nuestro libre albedrío1232"
Dios desea que todos los hombres sean sus hijos, pero El no impone esta filiación pues "ni siquiera su amor infinito puede imponer la salvación a una criatura que no elija sobrevivir. 1638" porque Dios no busca sometimiento ni sumisión, sino un amor volitivo, porque "la presencia experiencial espiritual, está de acuerdo con las condiciones implícitas a los estados de receptividad espiritual, inherente a la criatura humana. De este modo, el espíritu de la divinidad se vuelve humildemente obediente a la elección de los hombres.150"
Nuestra evolución espiritual está totalmente en nuestras mentes, porque "son nuestros pensamientos los que nos conducen a Dios, sólo se puede percibir la naturaleza de Dios con los ojos de la mente.1105" por tanto, no podemos culpar a ningún maestro o religión, si no avanzamos lo suficiente en el camino ascendete de perfección, porque si Dios no interviene en ella, mucho menos lo podrán hacer los hombres o los libros, por muy buenos que ellos sean, porque "La religión no se puede regalar, recibir, prestar, aprender ni perder. Es una experiencia personal que crece proporcionalmente a la búsqueda creciente de los valores finales. El crecimiento cósmico, consiste en la acumulación de los significados y la elevación, cada vez más amplia, de los valores1005" que debemos ir descubriendo en la medida que vamos avanzando en la comprensión de los significados en forma paulatina.
" El crecimiento espiritual es en primer lugar, el despertar a las necesidades, luego el discernimiento de los significados y finalmente el descubrimiento de los valores. La prueba de verdadero desarrollo espiritual, consiste en la exhibición de una personalidad humana motivada por el amor, activada por el ministerio altruista y dominada por la adoración sincera de los ideales de perfección de la divinidad. Y toda esta experiencia constituye la realidad de la religión, en contraste con sólo las creencias teológicas.1006
Cuando se toma conciencia de esta realidad, dejamos de buscar muletas que reafirmen nuestras creencias y buscamos la verdad donde quiera que ella se encuentre, sin importar que "el canal de su transmisión sea aparentemente humano.1733" nos sentimos libres de experimentar nuestras propias vivencias, sólo nos debe importar sentir que en esas vivencias y decisiones no estamos solos, porque nuestro Espíritu residente nos ayuda en esta búsqueda eterna.
No desperdiciemos por inercia, este maravilloso don divino del libre albedrío, aprendamos a tomar decisiones conscientes, porque son ellas las que nos fortalecen aún cuando podamos equivocarnos, porque hasta el fracaso puede ser una herramienta para evolucionar porque no hay duda que "la exeriencia de una vida religiosa dinámica, transforma a un individuo mediocre, en una persona de poder idealista.1094
yolanda silva solano