VENDRAN DÍAS…
Vendrán días, cuando mi cuerpo
vuelva a la tierra y mi espíritu al
aire, en que mi Ser volará libre
por tus campos y florecerá en tus
flores y se arrullará en tus palomas.
Entonces mis palabras habrán
florecido en ustedes y aparecerán
ramilletes de nuevas palabras que
despertarán nuevos corazones.
Vendrán nuevas bocas por las que hable
mi espíritu y otras manos que
lo materialicen en el papel del Tiempo.
Y de nuevo vendrán aquellos que
teniendo alas no quisieron volar, y
que por no saber las anularon.
Vendrán aquellos que reían
trasluciendo con ello su ignorancia y
aquellos que no quisieron leer el Verbo
y se conformaron con las palabras.
Porque ustedes que me oyen y
que aletean con mis palabras,
no son sino aquellos a los que antes
hablé muchas veces pero dormían.
Y los invité muchas veces a Mí,
pero rehusaron entrar.
¡Cuántas veces al día pasan por
los jardines y no ven sus flores!
¿Y acaso por ello, no existen?
De verdad les digo que todo está
frente a ustedes y siempre
y continuamente se les está hablando.
Sin embargo prefieren seguir las
elucubraciones de sus mentes enfermizas
a buscar la Verdad y seguirla.
Muchos de ustedes dicen de palabra:
es el medio el que tira de mí
y las circunstancias las que nublan mi espíritu.
Y yo les diría: ¿Acaso si te abrieran
la puerta de la jaula que tú
mismo creaste con tu conformismo,
podrías volar? ¿Podrían remontar el
vuelo tus pobres alas aletargadas por el sueño?
Más si elevan noche tras noche
los ojos hacia el Cielo estrellado buscando,
El les dará la respuesta y la solución.
Y si se cultivan en la música de la Naturaleza,
en Ella les hablará la Verdad.
No caigan pues, en los brazos de la
comodidad, porque tanto daño se
hace el ignorante que no busca, como
aquél que pudiendo hacer no hace.
DEL LIBRO:
ASÍ HABLABA QUETZACOATL