Jesús era todo lo que enseñaba. Lo que sus discípulos no conseguían obtener de sus instrucciones verbales, paulatinamente lo adquirían viviendo con El.
Libro de Urantia. Pág.1584
Una cita golpeadora, como para echar las barbas en remojo y preguntarnos: ¿lo que yo trato de transmitir con mi verbo escrito o hablado, está reflejado en mi vida común y corriente? ???? En lo personal, la interrogante me deja sin aliento y sin ganas de seguir escribiendo...
Si nuestra vida fuese la mitad de lo que decimos creer ¡el mundo no podría ser lo que es.! por eso, por lo menos por hoy, los invito a reflexionar no en lo que decimos o hacemos sino en lo que realmente SOMOS.
Con cariño yol