Ser uno mismo
Pareciera que todos son dueños de sus vidas.
En cambio son pocos los que son verdaderamente
dueños de sus propias vidas.
Y ésta es la causa de muchas tristezas,
depresiones, descontentos, ansiedades y angustias.
Tenemos la impresión de que no
llevamos las riendas de nuestra propia existencia.
Y eso no nos gusta. Sentimos que nuestra vida
está en otras manos y que no la dirigimos
como verdaderos dueños.
Aduéñate de tu vida. Es tan importante
y consolador que bien merece el esfuerzo.
Si esperas que los demás decidan por ti.
Si culpas a otros por tus errores y desgracias.
Si no te conoces, amas y respetas de verdad a ti mismo.
NECESITAS URGENTEMENTE
ADUEÑARTE DE TU VIDA.
Cuanto más dueños nos sentimos de nuestra propia vida,
menos necesitamos imponer, dirigir y controlar a los demás.
Un maestro de la antigüedad ya escribía hace cientos de años:
"Si yo no me pertenezco a mi mismo, entonces
¿ quién puede pertenecerme?
Y si soy únicamente para mí mismo, entonces ¿qué soy?".
Y si todo esto no lo hago ahora, ¿cuándo?
Muchos piensan que sintiéndose pobres,
sumisos, débiles, humildes...
los demás los amarán más y aceptarán mejor.
Muchos piensan que sintiendo
y pensando como los demás
son mejor aceptados por ellos.
Muchos piensan que siendo dueños de sus
vidas con verdadera libertad interior se sentirán
aislados y nadie los ayudará, olvidando que
cuanto más dueños somos de nuestras vidas
más damos y mas recibimos.
Muchos piensan que hacen un gran favor
y obsequio estimable al otro, cuando dicen:
"Sin ti mi vida es nada. Sin tu amor no soy nada".
Si es así, el único que vale es el otro.
Ellos sólo le ofrecen lo que son: nada.
ADUEÑATE DE TU VIDA. Empieza a pensar por ti,
a sentir por ti, a decidir por ti y asumir
las consecuencias de todos tus actos.
Es la única manera de que tu vida sea realmente tuya.-