La nueva ley del espíritu, os dota de la libertad del autodominio, reemplazando la vieja ley del temor, basada en la esclavitud y el sacrificio.
Libro de Urantia. Pág.1609
Jesús al enseñarnos la religión del espíritu, vino a liberarnos del miedo a un Dios justiciero y vengador para darnos a conocer a un Padre que nos ama y que nos deja en plena libertad de acción para "buscar la Verdad donde quiera que nos lleve nuestro Espíiritu"1731 porque la verdadera religión "no es la creencia esclavizante en las amenazas de castigo, ni en las promesas mágicas de premios místicos.1091"Ella va mucho más allá de la práctica de los ritos y de recitar oraciones aprendidas de memoria, porque es "una forma de vida, y una técnica de pensamiento.1013" que se debe ver reflejada en nuestras acciones particulares y también en su influencia en toda la sociedad.
Nuestra religión "debe volverse una influencia poderosa para la estabilidad moral y el progreso espiritual que funciona dinámicamente en medio de las condiciones constantemente cambiantes y de adaptaciones económicas interminables. El barco de la sociedad ha zarpado de las bahías protegidas de la tradición establecida, navegando en los mares del destino evolucionario; y el alma del hombre, como nunca antes en la historia del mundo, necesita estudiar cuidadosamente sus mapas de moralidad y observar con gran cuidado la brújula de la guía religiosa. La misión principal de la religión como influencia social consiste en estabilizar los ideales de la humanidad durante estos tiempos peligrosos de transición de una fase de la civilización a otra, de un nivel de cultura a otro. "1086
Un hijo de Dios no puede quedarse en el pasado, debe ir acorde al Aquí y Ahora, porque lo que dejemos de hacer, nadie más lo podrá hacer, porque cada uno de nosotros tiene su propia tarea que cumplir con Dios, con la hermandad y con la sociedad en donde le toca vivir. Sólo la verdadera religión de la experiencia espiritual personal puede asistir y creativamente ayudar en la presente crisis de la civilización, porque "La religión de la experiencia viviente no encuentra dificultad alguna en mantenerse al ritmo de todos los desarrollos sociales y trastornos económicos, entre los que funciona siempre como estabilizador moral, guía social y piloto espiritual. La verdadera religión lleva de una era a la otra la cultura valiosa y la sabiduría que nacen de la experiencia de conocer a Dios y de tratar de ser como él. 1087"
Pero para que ésto sea una realidad en nuestra vida cotidiana, es preciso que tomemos conciencia que "el reino de los cielos no es un orden social ni económico; es una fraternidad exclusivamente espiritual de los individuos que conocen a Dios. Es verdad que tal hermandad es en sí misma un nuevo y sorprendente fenómeno social, que produce asombrosas repercusiones políticas y económicas., por tanto "el religionista no es insensible al sufrimiento social, ni está inconsciente de la injusticia civil, ni está aislado del pensamiento económico, ni tampoco es insensible a la tiranía política. La religión influye directamente sobre la reconstrucción social porque espiritualiza e idealiza al ciudadano individual. Indirectamente, la civilización cultural está influida por la actitud de estos religiosos individuales a medida que ellos se vuelven miembros activos e influyentes de los varios grupos sociales, morales, económicos y políticos.1088" porque un hijo de Dios no puede estar ajeno a todo lo que le ocurre a sus hermanos, pues "la verdadera religión no funciona nunca separada del individuo.1778"
Seamos conscientes de nuestro libre albedrío para buscar la Verdad y "no la desechemos porque el canal de su transmisión sea aparentemente humano1733" porque Dios está en todas partes, pero es a nosotros a quienes nos corresponde encontrarlo, en nosotros y por nosotros mismos.
yolanda silva solano