Yo quiero tu tesoro, Señor
Sin verlo, creo que merece la pena,
porque, aun estando cerrado,
sus destellos me dicen
que me espera una gran sorpresa.
Ayúdame, Señor, a descubrirlo:
a estar preparado, en cuerpo y alma,
para cuando Tú llegues sin anunciarlo,
a mirar en la dirección correcta,
sin miedo a que, otros dioses, me distraigan.
Yo quiero tu tesoro, Señor.
Aunque no sea inmediato,
aunque, su conquista, me cueste esfuerzo,
aunque, algunos, me digan
que no merece la pena intentarlo.
Yo quiero tu tesoro, Señor.Si por lo que sea,
prefiero el hierro al oro,
hazme recuperar el sentido común de las cosas.
Que te ame por encima de todo.
Que te espere más aquello de lo que yo veo y toco.
Que vigile para que,
si llamas de mañana o por la tarde,
me encuentres despierto, anhelante, de pie,
interesado por todo lo tuyo.
Yo quiero tu tesoro, Señor
Frente a lo efímero, porque sé que es eterno.
Frente a lo débil, porque sé que es fuerte.
Frente a lo caduco, porque sé que es indestructible.
Frente a lo presente que, hoy vive y mañana muere,
porque sé, que en Ti, Señor, está el futuro.
Amén.