No te canses de hacer el bien y te advierto que te cuides de los senderos rebaladizos de las lisonjas y de los dardos envenados de las burlas.
Libro de Urantia. Pág.1896
En un mundo tan convulsionado como el nuestro, en donde las noticias suelen ser casi todas desastrosas y llenas de crímenes y tragedias, muchos se preguntan. ¿De que puede servir el bien que yo haga en medio de todo este caos? y la respuesta nos la entrega Jesús con mucha claridad ¡no te canses de hacer el bien! porque él jamás se pierde "ninguna experiencia valiosa, ocurre nunca en vano, ningún significado verdadero, ni valor real perece jamás.1200"
Pero hacer el bien no es suficiente, como tantas veces lo hemos repetido, no es lo que se hace sino las intenciones que nos guíen a hacerlo es lo que le da valor de sobrevivencia a nuestras acciones. Por eso Jesús también nos advierte de los dos peligros más frecuentes: dejarnos llevar por nuestro ego y hacer lo que hacemos, para ganarnos las lisonjas de los demás, o estar tan pendientes del que dirán los otros, que hace que a la menor crítica a nuestro actuar, nos sintamos atemorizados y preferimos no hacer nada, para así no ser cuestionados.
Por eso, debemos estar siempre alertas a nuestras verdaderas intenciones en nuestro actuar, porque "lo importante no es la rapidez de vuestro progreso, sino su seguridad. Vuestro logro real, no es tan importante como el hecho de que la dirección de vuestro progreso sea hacia Dios," porque " no es tanto lo que la mente comprende, sino más bien lo que desea comprender, aquello que asegura la supervivencia; no es tanto cómo es la mente, sino cómo está tratando de ser la mente, lo que constituye la identificación espiritual. No es tanto que el hombre esté consciente de Dios, cuanto que él anhele a Dios, lo que resulta en la ascensión en el universo. Lo que eres hoy no es tan importante, como lo que llegues a ser día a día y en la eternidad.1217" por eso, nuestra evolución y nuestra espiritualidad no puede ser esporádica ni estar circunscrita a ciertos días u horas, porque ella es un proceso gradual y permanente, porque "es la actitud de un alma individual en sus relaciones con su Creador.1603" pues de esta manera "la mente del hombre se vuelve mediadora entre las cosas materiales y las realidades espirituales.1779"
Mientras haya dicotomía entre nuestras creencias y nuestra vida cotidiana, no puede haber verdadera evolución, porque los seres humanos somos una unidad conformada de mente, cuerpo y espíritu y mientras esta trilogía no interactúen, nuestra alma no estará vigente, porque ella es "una adquisición experiencial. que crece en la medida que la criatura mortal elige «hacer la voluntad del Padre en el cielo», el espíritu residente se vuelve padre de una nueva realidad en la experiencia humana. La mente mortal y material es la madre de esta misma realidad que surge que es el alma.8"
" El resultado inevitable de tal espiritualización por contacto de la mente humana es el nacimiento gradual de un alma, el vástago conjunto de una mente ayudante dominada por una voluntad humana que ansía conocer a Dios, trabajando en enlace con las fuerzas espirituales del universo, que están bajo el control de un fragmento real del Dios mismo de toda creación, el Espíritu residente Así, la realidad material y mortal del yo, trasciende las limitaciones temporales de la máquina de vida física y alcanza una nueva expresión y una nueva identificación en el vehículo en evolución para la continuidad del yo: el alma inmortal..1218"
No nos olvidemos que "la mente es tu buque, el Espíritu es tu piloto, la voluntad humana es el capitán. El dueño del barco mortal debería tener la sabiduría de confiar en el piloto divino para guiar a su alma ascendente a los puertos de la supervivencia eterna"1217
yolanda silva solano
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