Chile este año, como pocas veces ha sido "despertado" por dos grandes tragedias, el terremoto y ahora el derrumbe de esta mina que dejó atrapado a 33 mineros. En ambas ocasiones las víctimas han demostrado una fe y una entereza digna de ser imitada...
En los momentos más difíciles, cuando la búsqueda de estos mineros parecía fracasar y todo se confabulaba para esperar una pérdida irreparable, los familiares demostraban una fe inquenbrantable en la fuerza y el poder de sobrevivencia habitual entre los mineros, pero sobre todo sus esperanzas se fundaban en la ayuda que Dios les estaba dando para resistir...
Era impresionante mirar la televisión y ver como no había una queja, sólo confianza y esperanza en Dios...
Después del terremoto, el Pdte. Piñera dijo "Dios ama a Chile", y ahora más que nunca yo estoy segura que así es, porque nuestro pueblo ha salido fortalecido de estas pruebas, nos hemos unido sin diferencia alguna, la hermandad ha dejado de ser una palabra y se ha convertido en una realidad de amor.....
Sigamos rogando, porque el rescate será muy lento y largo pero bien sabemos que ¡con Dios y la fuerza de nuestros mineros todo será posible!
Con cariño yol