Una vez que los hombres conocían a Jesús, sentían la necesidad de compartirlo con sus amigos; deseaban realmente que todo el mundo lo conociera.
¡Qué cierto es que en la medida que uno va conociendo la vida de Jesús y sus enseñanzas verdaderas, lejos del dogma y fanatismo, uno comienza a sentir que El no es una figura mítica ni mística, sino que es un Amigo cercano, con quien podemos conversar de nuestras derrotas y de nuestros triunfos, con la plena seguridad que si tenemos el estado apropiado de conciencia, siempre será un diálogo y no un monólogo de peticiones, porque El verdaderamente nos ama y nos conoce.
"Jesús conoce los pensamientos y los sentimientos, los deseos y los impulsos, de los mortales evolucionarios y ascendentes de los reinos, desde su nacimiento hasta su muerte. Ha vivido la vida humana desde los comienzos del yo físico, intelectual y espiritual, pasando por la infancia, la adolescencia, la juventud y la edad adulta, llegando hasta la experiencia humana de la muerte. No sólo pasó a través de estos períodos humanos comunes y conocidos de avance intelectual y espiritual, sino que también experimentó plenamente esas fases más elevadas y avanzadas que consisten en la reconciliación del humano con el Espíritu. Así pues experimentó la plena vida del hombre mortal, no sólo como la se vive en vuestro mundo, sino también como se la vive en todos los otros mundos evolucionarios del tiempo y del espacio, incluso en los más elevados y avanzados de todos los mundos ya establecidos en luz y vida.1424"
Es distinto conocer las realidades de oídas, a vivirlas en la propia carne, y eso es lo que hizo Jesús " experimentó la entera gama de las emociones humanas que van desde la alegría más espléndida hasta la pena más profunda. Fue un niño alegre y un ser de raro buen humor; asímismo fue un «varón de dolores, experimentado en quebranto». En un sentido espiritual, vivió su vida mortal de abajo hacia arriba, del principio al fin. Desde un punto de vista material, podría parecer que escapó de vivir en los dos extremos sociales de la existencia humana, pero intelectualmente llegó a estar completamente familiarizado con toda la experiencia completa de la humanidad.1425"
Jesús no solamente nos enseñó a vivir haciendo la voluntad del Padre y amando a nuestros hermanos, sino que también nos enseñó que "este mundo es sólo un puente, podéis pasar por él, pero no debéis construir sobre él vuestra morada.1735 porque nuestro paso por esta vida, es sólo el primer paso en nuestra carrera ascendente, de allí que la muerte no debe ser temida, sino por el contrario debe ser para nosotros uan liberación de las envoluturas mortales, un paso más que nos acerca a ese plan divino "que involucra a cada criatura de todos los vastos dominios y este plan consiste en oportunidades ilimitadas, progreso sin límites y una vida sin término.365"
"Si la mente finita del hombre es incapaz de comprender cómo un Dios tan grande y majestuoso como el Padre Universal puede descender de su morada eterna en perfección infinita para fraternizar con cada criatura humana, entonces tal intelecto finito debe hallar la certidumbre de la comunión divina en la verdad del hecho de que un fragmento real del Dios viviente reside en el intelecto de cada mortal urantiano, de mente normal y moralmente consciente a través del Espíritu que es un fragmento de Dios, por eso el hombre no necesita ir más allá de su propia experiencia interior de contemplación del alma de esta presencia de realidad espiritual, para encontrar a Dios e intentar la comunión con él.63" y es precisamente la muerte física quien nos acerca a esta realidad infinita.
Cuando hemos reconocido a Jesús como nuestro Socio y Amigo, se experimenta una alegría muy grande que nos incita a comunicar lo que hemos descubierto, para que nuestros hermanos, también tengan la dicha de experimentar lo mismo que nosotros, porque en verdad "no se puede recibir tanto y no dar nada.1584"
yolanda silva solano