El Padre celestial, no permitirá que ninguno de sus hijos perezca, basta con que él desee encontrar al Padre.
Libro de Urantia. Pág.1454
Jesús es reiterativo a través de toda su enseñanza, no se cansa de decirnos que Dios no tiene favoritos y que todo el que quiera puede alcanzar la sobrevivencia eterna. Puede que muchos seres humanos no hayan tenido la posiblidad de conocer al Padre en la forma que Jesús nos lo enseñó, pero el nombre que le demos a Dios, es lo menos importante, lo esencial es ese deseo íntimo de buscar la perfección y amar a nuestros hermanos como a nosotros nos gustaría ser tratados por ellos.
Sin duda que a nosotros, que hemos tenido la suerte de conocer al Padre a través de su Hijo se nos pedirá más, porque hemos recibido más oportunidades, "la habilidad es la medida práctica de las oportunidades de la vida, por tanto no serás nunca responsable de no cumplir con lo que está más allá de tus habilidades.1876" pero también se nos pedirá cuenta de lo que recibimos y no supimos hacer fructificar, lo cual ocurre con frecuencia cuando nuestras habilidades y nuetros conocimientos se quedan en nuestra mente, sin ser llevados a la práctica en la vida diaria, porque "el conocimiento es una posesión de la mente, en cambio la verdad es una experiencia del alma, de yo en progresión.1453"
"El hombre sabio universaliza su corazón. Un poco de conocimiento es una cosa peligrosa. Los que aspiran a la grandeza deben aprender la humildad. En la creación, el Supremo se convirtió en la madre del mundo. Conocer a la madre es reconocer su filiación. Es sabio el hombre que considera a todas las partes desde el punto de vista del todo. Relaciónate con cada hombre como si estuvieras en su lugar. Recompensa la injuria con la bondad. Si amas a la gente, la gente se sentirá atraída a ti y no tendrás dificultad alguna en atraerla.1452
Dios "otorga la misma recompensa, cuando hay menos oportunidad.1877" por eso no debe extrañarnos que muchos seres humanos que nunca han escuchado hablar de los libros sagrados o revelados, tengan también su lugar a la diestra del Padre y tal vez con una mayor cercanía que aquellos que siendo eruditos en las escrituras, no fueron capaces de perdonar y no vivieron en sus vidas la regla de oro, pues " el hombre que conoce a Dios considera a todos los hombres como sus iguales; ellos son sus hermanos. Los que son egoístas, los que ignoran a sus hermanos en la carne, sólo tienen cansancio por recompensa. Los que aman a sus semejantes y los que tienen un corazón limpio verán a Dios, porque El nunca olvida la sinceridad y guiará a los de corazón sincero a la verdad, porque Dios es verdad..1443"
No busquemos derroteros para vivir nuestra fe, ni tampoco juzguemos las creencias ajenas, porque Dios para juzgarnos, lo único que tendrá en cuenta son las intenciones que guiarón nuestra vida y del aprovechamiento que hicimos de lo mucho recibido. Si queremos guiar a otros no nos olvidemos que primero tenemos que aprender a servirlos.
yolanda silva solano