Sé como una gota de agua,
sencilla, natural e indispensable
pura, transparente y deseada.
Sé como una gota de agua,
como la que baja en torrentes
impetuosos de la sierra,
o como aquello que se escurre caprichosa
entre la arboleda y hojarasca.
Sé como una gota de agua,
que refresca la vida del cansado
o como la que va cantando
entre las rosas sin golpearlas
o como la que baña con limo las riberas.
Sé como la gota de agua,
que busca la pureza,
y que se eleva buscando las alturas
aun a costa de darle
independencia a su estructura.
Sé como la gota de agua
que regresa hacia la tierra
y en chubascos o aguaceros
trae la vida a los que moran en ella.
No te afanes por ser un lago;
no luches por ser un río;
no te angusties por ser un mar.
Acuérdate que ellos no serían nada
si no existieran gotas de agua.