El sentido de la Vida
La vida para el ser humano es
una invitación a la
experiencia. De ninguna manera,
a una experiencia
sin sentido y antojadiza.
Existen, en lo profundo del
espíritu, objetivos que se
ha formulado y que desea conquistar.
Esos objetivos
no son de origen
material sino que apuntan a un
logro espiritual que
en algún punto lo
enriquecerán.
Tales propósitos los formula el
espíritu cuando, morando
en el mundo espiritual,
antes de tomar un cuerpo
físico que se va a gestar,
hace un balance de lo que
desearía conquistar para
ser verdaderamente feliz.
Hace planes, formula posibles
estrategias de trabajo que
cubren líneas generales y,
con el permiso divino,
vuelve a nacer. Busca
ahora alcanzar un grado
mayor de felicidad
auténtica.
Descubre que desechar el egoísmo
y el orgullo es
fundamental para sentirse
libre interiormente.
Así su vida, con la lucidez de
sus propósitos, se torna
valiosa para él mismo.
La vida es valiosa en tanto es
un don que Dios nos
otorga para perfeccionarnos
moralmente, como
espíritus eternos en evolución.
Sin embargo, sólo se torna
fructífera cuando el propio
ser "descubre" el valor que
tiene su vida para él
mismo, en primer término y
para los demás luego.
Eres un espíritu eterno, y hace
tiempo, tiempo que casi
no puede contarse, estás tratando
de experimentar la
felicidad interior ...
Has transitado muchas vidas; has
nacido y vuelto al
mundo espiritual numerosas veces.
En unas creíste
que el poder te haría
feliz, en otras que los conocimiento, en otras
acumulaste posesiones
materiales ...
Aún experimentas, cuando
regresas al mundo espiritual ,
al morir el cuerpo físico,
un vacío interior ...
El tiempo ... y, sobre todos, el
Amor del Padre Eterno,
te invitan a una nueva experiencia,
no te acobardes,
eres el dueño de tu
futuro y el arquitecto de tu felicidad ...
Prueba el camino del servicio al
semejante, del amor
incondicional, del perdón
puro y simple, de la
humildad ...
Las monedas no compraron la paz
de tu alma, bien te lo
comprueban tus recuerdos ...
El poder no te otorgó el dominio
de ti mismo; quisieras
que tus pasiones materiales
no te dominaran, sin
embargo , la lucha te
desgasta ...
Los conocimientos no te
eximieron de la humillación que
sientes cuando te descubres
orgulloso y egoísta ...
A la conciencia nada se le
escapa. La muerte del cuerpo
físico te abre las puertas de
una dimensión en la
que los salvoconductos
hacia la felicidad están
dados por la cantidad de
caridad, amor sincero, fe
y humildad que hayas brindado ...
Sólo tú puedes hacerte feliz ...
Dios te da el tiempo y una
infinita cantidad de vidas en
las que tú mismo te aventuras
a experimentar ...
Pero no te deja huérfano de
brújula ... La conciencia,
que es la voz de Dios en tu interior,
jamás se
equivoca ... aprende a
escucharla y se abreviará el trayecto hacia la
verdadera felicidad que
buscas.
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