Alegre por la alegría de los otros - EL VISLUMBRAR DE LA ERA DE ACUARIO

Alegres Por la Alegría De los Otros

"Para que yo vea el bien de tus escogidos, Para que me goce
en la alegría de tu nación" (Salmos 106:5).

Un perro estaba acostado en un establo y regañaba los
dientes cada vez que los bueyes se aproximaban para comer el
heno que había sido colocado allí para ellos. "¡Qué Perro
egoísta!" dijo un de los bueyes para sus compañeros; "él no
puede comer el heno, y aún impide que los que pueden lo
hagan". Satanás es como aquel perro. Porque él perdió su
lugar en el Paraíso, está ardientemente determinado a
impedir que todo humano ¡herede lo que él perdió!

El egoísmo, la envidia, la venganza, son actitudes comunes a
aquellos que no conocen a Dios. Son propias del adversario
del Señor. Perdió todo y anhela que todos pierdan también.

El hijo de Dios actúa de forma diferente. Tiene placer en
ver la dicha de los que lo cercan. Él si alegra cuando un
hermano es bendecido, cuando alcanza el éxito, cuando
realiza un gran sueño. Está presto a ayudar, a extender la
mano, a impartir lo que tiene, aun cuando sea mucho poco.

El cristiano aprende sobre el amor y anhela practicarlo a
todo momento y en cualquier situación. Aprende que Dios es
amor y quiere ser un discípulo fiel y verdadero.

Aquéllos que tienen el corazón cerrado para Cristo no
comprenden el valor de ser una bendición en Sus manos. Se
tienen mucho, quieren tener más y ignoran los que nada
tienen. Se tienen poco, murmuran por todo y envidian
aquéllos que poseen un algo. Nunca están satisfechos y
parece que están siempre de mal con la vida.

Aquéllos que abren el corazón para el Salvador, están
siempre satisfechos y más satisfechos se quedan cuando
pueden ser útiles a la comunidad. Su mayor felicidad es ser
una bendición para todos y, principalmente, para Dios.

se alegre con la alegría de los otros. Es el mejor camino
para ser feliz... siempre.