Aquellos que sí creen no teman, porque el que venga a Mí, de ninguna manera será rechazado por mi Padre.
Libro de Urantia
Jesús no nos pide que tengamos grandes conocimientos sobre Dios ni sobre el Universo, lo que nos pide es que tengamos fe en su evangelio, que básicamente se basa en hacer la voluntad de nuestro Padre de los cielos y en amar a nuestros hermanos en la tierra, ambos conceptos se entrelazan y no es posible que exista el uno sin el otro, porque "la oración tiene el objeto de hacer que el hombre piense menos, pero que comprenda más, no está hecha para aumentar el conocimiento, sino más bien para ampliar el discernimiento1616" que es el único que nos motiva a la acción, por tanto "mientras os dedicáis a las realidades eternas, debéis también disponer para las necesidades de la vida temporal. 1778"
Las religiones han dado demasiada importancia a la adoración de Dios y han implantado dogmas y ritos, pero no han sido lo bastante enfáticas en la otra realidad, que no es posible amar al Dios invisible si primero no aprendemos a amar a nuestros hermanos a quienes si podemos ver. Han ignorado que "la adoración es la técnica de buscar en el Creador, la inspiración para servir a muchos.1616 por eso "aislar parte de la vida y llamarla religión, es desintegrar la vida y distorcionar la religión.1124" y desgraciadamente es lo que por siglos hemos hecho los creyentes, días y momentos dedicados a Dios, pero ausencia de Él en medio de nuestros quehaceres cotidianos, olvidando que la verdadera religión "ennoblece la rutina común de la vida diaria.1094
La dicotomía entre lo humano y lo divino, es lo que permite que el mundo esté como lo vemos, porque nuestra fe es más bien una costumbre ceremonial, que una forma dinámica de vida, rezamos como loritos el Padre nuestro y reconocemos que El está en el cielo, pero nos olvidamos que también está en la tierra, en el corazón de cada uno de nuestros hermanos al igual que lo está en el nuestro.. Santificamos su nombre, pero lo ofendemos con nuestras palabras groseras, con nuestras críticas, con nuestras injusticias. Pedimos que venga su reino, pero ignoramos que el reino "es una fraternidad espiritual de los individuos que conocen a Dios y que es esa misma hermandad la que debe producir repercusiones de orden social y económico.1088
También en el Padre nuestro pedimos que se nos perdonen nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden pero ¿lo hacemos? Nuestro corazón ¿está verdaderamente libre de rencores y enojos? ¿Cual es nuestro grado de comprensión y empatía hacia los que nos rodean? ¿Cuánto somos capaces de tolerar las ideas contrarias a las nuestras?
Si realmente queremos evolucionar y seguir las huellas de nuestro Maestro, dejemos de "rezar" y actuemos más, porque El nos dijo: dedicad vuestra vida a la tarea diaira y común, mostrad a todos los hombres y a los ángeles en el cielo, como alegre y valientemente el hombre mortal puede desempeñar sus labores comunes, porque para quien conoce a Dios todas las cosas se vuelven sagradas.1960
yolanda silva solano.