Obstáculo que hay que superar, la desunión ha creado guerras, matanzas, muertes, estragos y destrucciones. ¿Para qué, dirás? Para afirmar al horrible, pequeño ego, egoista y miedoso, que no sabe aceptar su divinidad.
No su religiosidad, sino su divinidad. Causa de muchos males, la religiosidad ha encasillado al ser humano en barreras que él mismo ha creado, y ha aislado al hombre en ritos y en creencias, como si la religiosidad fuese una especie humana, animal o vegetal en la cual catalogar a la humanidad: católico, protestante, budista, animista. Grandes especies y subespecies. Catalogáis, y así restringís la acción liberadora que sólo desea la libertad de ser el Ser, en el Ser, con el Ser, para el Ser.
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