Hagamos uso de la imaginación.
Tomen la personalidad de ustedes entre sus manos como si fuera una gran esfera y colóquenla en sus rodillas, véanla y véanse a sí mismos y hagamos la siguiente oración:
"Bendito Dios infinito, bendito Padre Elí, les pido humildemente que bañen a este ser con su energía purificadora para que ésta, mi personalidad, pueda asimilar y comprender su bendita sabiduría, y que podamos ver a través de ella sus designios divinos.
Te pido, Padre Dios infinito, que guíes a esta esfera de acuerdo al camino que le corresponde, y te la entrego a ti, Padre, para que se funda en tu Sagrada Voluntad y ésta la pueda hacer mía."
"Bendito y amado Cristo: te entrego esta personalidad ya purificada para que la rocíes con tu amor, tu amor infinito que todo lo ve y lo traspasa, donde no existen límites ni barreras y pueda generarse en mí, en esta bendita personalidad, el amor infinito manifestado en misericordia, manifestado en prudencia.
Te la entrego a ti, Cristo, para que se funda en tu ser y pueda hacer el puente, y cumplir la Voluntad Divina.
Que el amor, la justicia y la verdad reine siempre en esta esfera que ahora se integra en el ser, y es absorbida por toda la Voluntad, por todo el Amor Divino." |