Trata de ser feliz, de disfrutar este día,

aún cuando te parezca que no hay motivos.

Mira a tu alrededor o hacia adentro,

siempre hay un recuerdo, una mirada,

un gesto que pueden cambiar tu día.

Deja por un instante de lado

todo lo que te preocupa, la vida es hoy,

no sabemos realmente si hay mañana.

Por eso no te detengas.

No te permitas en este día sentirte solo.

En algún lugar siempre hay alguien

que está pensando en tí, o te está esperando,

sólo observa.

Tú puedes... la vida siempre nos da motivos

para ser felices, está en nosotros el saber descubrirlos.

Está en nosotros sentirnos bien, dejando a un lado

todo lo que nos inquieta o nos lastima,

para dar paso a todo aquello

que nos enciende y nos motiva.

Sólo por hoy... sonríe, sonríe, sonríe.

Date cuenta que eres importante, eres único,

no bajes los brazos, no sientas temor.

La vida siempre nos va dando

nuevas oportunidades para ser felices.

Está en nosotros el abrirnos a ellas,

está en nosotros el detener la marcha

y abrir los brazos para recibirlas.

Si nos encerramos, si nos detenemos

en los problemas, si nos marginamos,

si nos aislamos, entonces nada es posible.

Imagina un día plenamente feliz,

una vida feliz... está a tu alcance.

Sólo es cuestión de poner toda la fuerza

en nuestros pensamientos, en nuestros sueños.

El gran secreto de los triunfadores,

de aquellos que todo lo consiguen,

que todo lo logran, está en que sienten el éxito

y se ven disfrutando de los logros antes de obtenerlos.

Imagina lo mejor... imagina lo más lindo,

cierra los ojos por un momento y siéntete un triunfador.

El éxito de tu día y de tu vida dependen sólo de ti.