Consideráis que alguien de vuestro entorno obra mal...
Si pensáis que debéis intervenir,
no empecéis mostrándoos severos con él,
sino mejor dadle toda clase de explicaciones
para hacerle comprender cómo debe obrar
a partir de ahora en su propio interés
y en el de los demás. Si no comprende,
tratad de llegara su corazón. Y si, ahí también,
el método fracasa, entonces tenéis derecho
de mostraros severos.
Es así como actúa un Maestro espiritual.
Cuando ve que alguien no
se comporta correctamente,
comienza dándole explicaciones,
y se mantiene a la espera.
Si ve que el otro no comprende,
que hace caso omiso de lo que le ha explicado,
trata de llegar a su corazón.
Si este método tampoco da resultado,
sólo entonces es cuando adopta medidas más severas.
Sólo estará justificada vuestra severidad
si previamente hemos probado los otros métodos.
Si somos duros desde el principio,
las personas tendrán derecho a reprocharnos
esta dureza y no ganaremos nada."