EL AMOR NO ES CUESTION
DE CUERPOS SINO DE ALMAS
¿Qué pasa cuando tienes un buen trabajo
y no eres feliz?
¿Qué pasa cuando vives en una casa preciosa
y sientes que no es tuya?
¿Qué sientes cuando estas solo en tu cama
y abrazas a la almohada pensando
que es alguien a quien amar?
¿Qué pasa cuando has dado todo tu amor
y te han defraudado las personas que más querías?
¿Qué pasa cuando nadie te entiende?
¿Qué pasa cuando todo te parece hipocresía?
¿Qué pasa conmigo?
Dios me dio todo y no tengo nada,
o creo que soy malagradecido.
Hay gente que está en peores situaciones
que la mía y son más agradecidos y más felices.
¿Por qué esa fijación?
¿Por qué no es el dinero, ni el poder,
ni el estatus, ni el éxito, ni la salud,
ni la buena conciencia lo que me hace feliz?
¿Por qué tiene que ser solo un hombre,
tan solo un hombre...
¿Por qué mi vida pierde sentido sin él?
¿Por qué ni el mismo Dios puede llenar ese vacío?
¿Por qué, Dios mío, dime por qué?
¿Por qué no dejo de pensarte?
¿ Por qué cuando creo que todo
ha terminado vuelvo a ti?
¿ Por qué cuando más pasa el tiempo
más me preocupo por ti?
¿ Por qué cuando creo que ya encontrado el amor,
me doy la vuelta y clamo tu nombre?
¿Será porque el amor no es cosa de cuerpos,
sino cosa de almas?
Después de darle tantas vueltas al asunto
he acabado por aceptar
que no es el cuerpo el que ama sino las almas.