El Espíritu de la Verdad y la Vida.
Yolanda Silva Solano
Muchos enmarcan sus creencias en la Biblia, El Libro de Urantia o el Corán y piensan que deben ser fieles a lo que en ellos se dice, pero Jesús fue mucho más allá cuando nos pidió que "no nos volviéramos dogmáticos y súper especializados.1726" porque "es un error para cualquier grupo de religiosos concebir que su credo sea La Verdad; esa actitud habla más de arrogancia teológica que de certidumbre en la fe. No existe religión en Urantia que no pudiera aprovechar el estudio y asimilar lo mejor de las verdades contenidas en cada una de las otras fes, porque todas contienen verdades.1012"
"El verdadero hijo del discernimiento universal busca el Espíritu vivo de la Verdad, en toda palabra sabia 1949" porque "la autoridad de la Verdad es el espíritu mismo que mora en sus manifestaciones vivientes, no en las palabras muertas.1768" pues "la sabiduría es de doble origen, deriva de la perfección del discernimiento divino intrínsico en los seres que aspiran a la perfección y de la experiencia personal adquirida por la criatura.216 ya que "los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender, pues donde quiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par.Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlos con sabiduría.
Con esta pequeña introducción tomada del LU estoy tratando de excusar la convalecencia de mi brazo que aún no me permite escribir mucho y por eso les envío algo que llegó "por casualidad" a mi correo y que me impactó mucho porque en palabras sencillas, nos permite darnos cuenta de lo que podría ser nuestra vida, si en verdad tuviésemos ojos para Ver y oídos para Escuchar porque "la religión debe llegar a ser realidad en nuestra experiencia individual.1630" pues "el verdadero hijo de discernimiento busca el Espíritu vivo de la verdad en toda palabra sabia.1949.
Esforcémonos por buscar y encontrar la verdad, en donde nunca antes lo habíamos hecho, porque de esta forma creceremos en Amor y en Sabiduría...
Con mucho cariño los invitó no sólo a leer, sino a meditar en esta
Carta de la vida
¡Hola! Me conoces. Me llamo Vida, sí, soy tu Vida. Soy muy hermosa. ¿Lo
sabías?
Observa la Naturaleza. Tiene un encanto especial para cada momento.
De día puedes ver una gran antorcha que nunca se apaga para darte luz clara
y ves un azul que nunca se termina.
Ves unas nubes inquietas que te entretienen corriendo de aquí para allá.
Ves las plantas que en su sencilla manera de vivir te gritan a viva voz
que aún en ellas el Creador está presente y les da infinito valor
pues te proveen oxígeno.
De noche ves miles de lucecitas en el firmamento, las estrellas, para que
recuerdes que aún estando en tus momentos oscuros, existe una esperanza de
Luz...
Los días de lluvia también tienen su encanto.
Cada gotita de agua de Cielo lleva en sí grandes bendiciones que bajan
directamente del Hogar de Dios. Esos truenos que a veces te asustan,
se asemejan y te recuerdan a la voz de Dios. Así entiendes que El es
Grande y Soberano.
El arco iris seguro te parece bello y es aún más
hermoso cuando entiendes que no es un simple arco de colores, sino que es
una promesa que quien la hizo, la ha cumplido por millones de años y la
seguirá cumpliendo.
¿Qué te parece el mar? ¿Y la luna, las montañas?
¿Qué piensas de las flores? ¿Verdad que son hermosas todas estas cosas?
Cada una de ellas tiene algo bello que ofrecerte.
Ahora mírate a tí.
Examínate.
¿No te parece grandioso que tu cuerpo material posea un aliento de Vida?
También es lindo el hecho de que tú eres tú mismo y no la copia de otra
persona.
Eres único en el Universo entero, por eso eres tan inmensamente
importante. Sólo tú eres tú. Ninguno de los millones de millones de seres
que han tenido Vida en toda la historia y los que en el futuro la tendrán,
es semejante a tí. Impresionante, ¿verdad?
Tienes hermosas cualidades y hasta hermosos defectos que te hacen ser tú
y te hacen tan especial y distinto.
Si fueras perfecto, no existirías. Por eso es hermoso tener defectos.
Es cierto que puedes modificar tu manera de ser, pero nunca pretender
ser perfecto. Sólo hay un Ser Perfecto y es el Señor del Universo.
Ahora entiendes, ¡qué bueno que eres como eres, porque tienes mucho que hacer por ti mismo.!
Observa además que todos los órganos de tu cuerpo funcionan por sí solos
sin necesidad de que tú los fuerces o los motives.
Cada órgano sabe, sin tener conocimiento, qué es lo que tiene
que hacer y cómo hacerlo. ¡Es maravilloso! Gracias a Dios que Él es el que
hace esto por tí.
Soy hermosa también por los buenos sentimientos y las alegrías, pero
también por el sufrimiento y la desdicha. Si no hubiera dolor, la felicidad
no sería. Si no existiera el llanto, ¿qué encanto tendría el sonreír?
Además, tú sabes que cada cosa que te sucede es por algún propósito
especial.
Muchas veces te sucede algo que te hace sufrir y pasado el tiempo,
comprendes el motivo, aprendes algo nuevo para tu beneficio y hasta
agradeces que haya pasado. Todas las cosas te ayudan a bien.
Y es otra razón más para que veas que soy hermosa. Siempre mira el lado
positivo de las cosas, aún de las más difíciles de sobrellevar.
En cada una verás al Señor. El quiere lo mejor para tí. Si alguna vez
fracasas, ten la seguridad de que ésa no es la puerta por la que debes
entrar o tal vez no es el momento. Siempre encontrarás alguna puerta
abierta.
¡Qué hermosa es tu Vida que te da la oportunidad de aprender hasta
en los momentos más amargos!
No lo olvides: siempre, después de la lluvia, sale el sol para formar
el prometido arco iris. Cada cosa que te sucede, tiene su lado positivo.
Mira a tu alrededor. No estás solo. Cuentas con el aprecio y cariño
de otras personas. Eres de valor para ellos. Aprende a apreciar las cosas
tan simples que tienes a tu alrededor, pero que son tan grandes.
Mira los niños con esa inocencia tan pura y esas energías de Vida;
los adolescentes que luchan y se esfuerzan por aprender a ser adultos.
Mira las ilusiones y sueños de los jóvenes, los trabajos y esfuerzos
de los adultos, la sabiduría y serenidad de los ancianos.
Mírate tú otra
vez.
Has llegado hasta el día de hoy pasando por caminos anchos y otros
estrechos y sigues en pie. Mira el Cielo. En ese profundo azul hay Angeles
que velan por ti. Más aún, allá arriba hay Amor, un Gran Amor.
Lo más hermoso que hay en tu Vida, es que eres amado en sobremanera.
Por eso vives lo que vives, por eso eres quien eres. Tan inmenso es el
Amor de Dios, que su Unico Hijo, Jesucristo, padeció por tí.
Tan profundo es su amor que Él te está esperando en una Morada Celestial.
¿No crees que hay infinitas razones para ver, comprender y sentir que la
Vida que tienes es Bella y de Incalculable Valor?
Esta Vida tan maravillosa la vives porque la Vida misma te dió el regalo de
la Vida.
Dios te da el regalo de Vida. Ahora vive, pero vive feliz. Vive para El y
en El.
Aprende a ser agradecido. Es lo menos que puedes hacer por todo lo que
se te ha dado. Sin Él, entonces nada tendría sentido. Mírame a mí.
Yo soy tu Vida y te sonrío. Sonríeme tú a mí.
¿Aún seguirás quejándote de mí por pequeñeces? ¡No!
Ahora puedes gritar con todo tu Aliento de Vida:
¡Qué bello es vivir!