Autor: Richard Bach. Si navegamos buscando en la red literalmente consejos para ser feliz, nos encontraremos con decenas de páginas (1.750.000 entradas en Google para ser exactos), que proponen caminos para alcanzar la felicidad. Desde 40 o 30 o 20 o 18 o 3 consejos para ser feliz, a 4 simples consejos para serlo inmediatamente. Hay para todos los gustos: bellos consejos para ser feliz, consejos para ser feliz en pareja, secretos para ser feliz y así, una interminable lista de páginas Web dedicadas al asunto.
No cuestiono la buena intención que guía a los creadores de dichos artículos, lo que si dudo es de la eficacia de los consejos. Nadie puede estar tan completamente despistado como
para desconocer qué es lo que le hace realmente feliz y que por tanto
deba esperar a que otros se lo señalen.
Lo confesemos o no, porque quizá nuestro gusto no coincida con el gusto extendido y mayoritario, creo que todos sabemos lo que nos gusta y nos hace bien. Sabemos qué es aquello que nos divierte, lo que nos apasiona o lo que nos emociona en la vida. Todos sabemos también quién nos llena de alegría.
Todos sabemos cuestiones tan de sentido común como que debemos de cuidar nuestro estado físico y anímico. Sabemos que la energía, la vitalidad y el entusiasmo son factores clave, al igual que el optimismo, para tener una vida dichosa. Sabemos que hemos de cuidar el amor y sabemos que debemos cultivar la amistad. Sabemos que es bueno y enriquecedor ser solidarios y que al ayudar, nos ayudamos.
Sabemos que reír es magnífico y que jugar y divertirse también lo es y sabemos al fin, que soñar es fundamental y que la autoestima, la confianza y la entereza ante la adversidad, resultan elementos básicos del buen vivir.
¿Quién a estas alturas nos va a enseñar cuál el es el mejor camino para ser feliz? Lo sabemos bien, lo que ocurre es que o no tenemos fuerzas o no tenemos voluntad de caminarlo. Pero saberlo, lo sabemos.
No, no creo en los consejos genéricos para ser feliz, porque nadie mejor que uno mismo conoce lo que debe hacer para construir su propia felicidad. Y menos creo en ellos, cuando en esa lista de los 40 principales consejos para la felicidad te encuentras extravagancias como esta: “Come
arándanos y nueces. Toma té verde, mucha agua y una copa de vino al
día” o “Elimina el desorden de tu casa, tu auto y tu escritorio y deja
que una nueva energía fluya en tu vida.”
Con respeto para todos, que el respeto es crucial y no se ha de perder nunca, no creo que lo que podemos entender por FELICIDAD, se pueda obtener a través de la ingestión de arándanos o limpiando el coche por dentro… o por fuera. Sinceramente.
Reflexión final: Hoy está claro. Que nadie te diga lo que es ser feliz para ti y no dejes la felicidad en otras manos que en las tuyas en unión don el Dios que llevas dentro