En un mundo de continuo cambio, en medio de un orden social en evolución, es imposible mantener propósitos rígidos y establecidos de destino.
Lbro de Urantia. Pág.1774
Los seres humanos no somos dados a aceptar los cambios, más bien tendemos a aferrarnos a lo que tenemos o creemos conocer, porque lo desconocido nos asusta. nos da miedo el cambiar, sin darnos cuenta que con esta actitud estamos limitando nuestras oportunidades de crecer, porque perder el sentido de curiosidad y la capacidad de asombro, es convertirnos en un vegetal que no piensa. Y esto es válido tanto para lo material como para lo espiritual.
"Conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos, es una de las más lindas experiencias de la vida.1481 y del mismo modo, buscar la Verdad en donde quiera que ella se encuentre, sin importar "que el canal de su transmisión sea aparentemente humano. 1733" nos abre caminos insospechados de sabiduría y amor. Al ampliar nuestro mundo limitado, nos estamos liberando de las cadenas que nos tienen prisioneros a las propias creencias, porque nos dejamos llevar libremente "para buscar la verdad donde quiera que nos lleve la guía de nuestro Espíritu.1731"
El no mantener propósitos rígidos, evita que caigamos en la intolerancia y en el sectarismo religioso, que tanto daño nos hace como individuos y como sociedad. Los cambios siempre traen una porción positiva, porque nos ayudan a sacar a nuestra mente de esa "rutina que cansa y agota" y despierta nuestra conciencia para que sea capaz de descubrir otros horizontes y otras posibilidades. Incluso el cambiar la salud por la enfermedad o el dolor, que no es un cambio deseable, puede convertirse en una magnífica herramienta para revisar nuestra vida y penetrar en nuestro inconsciente, que es donde muchas veces se anidan la mayoría de nuestros males. Si somos capaces de aprovechar lo aparentemente negativo para nuestro autoconocimiento interior, no sólo podremos sanar nuestro cuerpo, sino lo más importante podremos crecer espiritualmente, pues lo único que sobrevive después de nuestra muerte física son los momentos conscientes que hayamos atesorado.
" El Espíritu residente, recordará y volverá a recontar para ti sólo aquellos recuerdos y experiencias que son parte de tu carrera universal y que son esenciales para ésta. Si él ha sido un socio en la evolución de alguna cosa en la mente humana, estas experiencias valiosas sobrevivirán en la conciencia eterna del Ajustador. Pero mucho de tu vida pasada y sus recuerdos, que no han tenido ni significado espiritual ni valor morontial, perecerá con tu cerebro material; mucho de la experiencia material desaparecerá como antiguos andamios que, habiéndote ayudado a pasar al nivel más elevado, ya no tienen un propósito en el universo. Pero la personalidad y los enlaces entre personalidades no son jamás andamios; la memoria mortal de las relaciones con las personalidades tiene valor cósmico y persistirá. En los mundos de estancia conocerás y serás conocido, y más, recordarás y serás recordado por tus asociados de antaño en la corta pero estimulante vida en Urantia.1235"
" El hombre común es lento para iniciar cambios es sus hábitos de pensamiento y en su técnica de vivir.1459" Rompamos este paradigma y no sólo aceptemos los cambios, sino que aprendamos a provocarlos para que la monotonía no tenga cabida en nuestra vida, porque al hacerlo estaremos despertando y activando nuestra conciencia en pos de la Verdad, la Belleza y la Verdad.
yolanda silva solano