Haz todo lo posible
Haz todo lo posible para que,
ante cualquier situación,
tu primera respuesta sea tranquila y
serena y a partir de allí,
poder delinear un curso
de acción efectivo y positivo.
Al enfrentar incompetencias, enojos,
hostilidad, frustración, odio o confusión,
responde pacíficamente.
Ponte a ti mismo en una posición tal,
que puedas hacer que las cosas avancen
con fuerza y positivamente.
Haz que tu punto de partida sea la paz,
porque desde ese lugar
puedes alcanzar verdaderos progresos.
No permitas que los problemas te condicionen,
aún cuando parezcan estar rodeándote,
cercándote y aumentando a cada instante.
Dentro de ti siempre hay un lugar
para estar en paz y cuando lo encuentras,
lo irradias con fuerza hacia el exterior.
Responder con actitud pacífica
no quiere decir que tengas que permitir
que los demás te dañen o se aprovechen de ti.
Significa que tú te mantengas comprometido
con ser y hacer lo correcto,
y alejado de sentirte abrumado p
or cualquier cosa que haya podido salir mal.
Una respuesta pacífica no es débil ni ingenua
sino firme, confiada, enérgica y efectiva.
Permite que una parte de ti se mantenga en paz
no importa lo que pase,
y el resto de ti así como aquellos que te rodean
y las situaciones en las cuales estén involucrados,
se beneficiarán enormemente.