La imagen del nacimiento significa que no tenemos que conseguir todas las cosas por medio de nuestro esfuerzo. Dios mismo produce cosas nuevas en nosotros. La Biblia nos dice que debemos nacer siempre de nuevo, que a lo largo de nuestra vida experimentamos procesos de nacimiento, tanto dolorosos como placenteros, hasta que, en la muerte, lleguemos a nacer en Dios para siempre.
Recordemos lo que le dijo Jesús a Nicodermo: "el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios". Si no nacemos de nuevo no podemos convertirnos en aquello para lo cual Dios nos ha llamado; si no nacemos de nuevo no podemos ver el Reino de Dios, no podemos llegar a ser uno con Dios, no podemos llegar a nosotros mismos.
El Reino de Dios significa que Dior reina dentro de nosotros, que somos libres del poder humano y que somos completamente nosotros mismos.
En nuestro camino espiritual siempre necesitamos nacer de nuevo, romper con antiguos esquemas y hacer salir de nosotros, con mayor claridad, la imagen pura y original de Dios.
En el nacimiento aún no estamos contaminados con las imágenes y expectativas que otros colocan sobre nosotros, somos aún la imagen pura y original que Dios se ha formado de nosotros. Somos aún libres para determinar nuestro futuro, ya que nuestra vida está aún ante nosotros y los caminos no han sido transitados.
Nuestra vida es como un paisaje que se encuentra en medio de la nieve recién cada, y estamos en libertad de estampar nuestra propia huella.
Con Amor a mi Niño Jesús
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