Habéis recibido generosamente las cosas buenas del Reino, dad pues de la misma manera a tus semejantes.
Libro de Urantia. Pág.1801
Todos los que conocemos las verdaderas enseñanzas de Jesús, debemos sentirnos más que agradecidos, pues es un verdadero privilegio el no quedarse en la letra muerta y cumplir con "el plan de la enseñanza que es aprender y luego poner en práctica lo aprendido.1658" según el entendimiento y las capacidades de cada uno, porque "la religión de revelación deberá siempre limitarse por la capacidad del hombre para recibirla.1007" por tanto no debemos imitar a nadie, ni tampoco obligar a los demás que piensen como nosotros, pero ello no significa que no podemos mostrar con nuestro ejemplo nuestras experiencias en nuestro camino evolutivo, pero siempre y cuando en nosotros prime el tino y la sinceridad, porque "ella cumple mejor su propósito, cuando está unida a la discresión.1961 por eso debemos imitar a Jesús que "enseñó a los hombres lo que ellos podían asimilar. No cometió el error de enseñarles más, no precipitó su confusión presentándoles una verdad que rebasara su capacidad de comprensión.1535" como muchas veces nosotros hacemos cuando pretendemos que nuestro Libro sea leído por un novato, comenzando por el Prólogo...
Pero nosotros no solamente hemos recibido bienes espirituales, también somos priviligiados porque tenemos más bienes materiales que muchos de nuestros hermanos y también estos deben ser compartidos con generosidad, no solamente en ocasiones especiales sino siempre. Pero este tiempo de Navidad es propicio para regalar amor y tratar de hacer felices también a otros con algún regalo elegido pensando en la persona querida a quien va dirigido. Pero hay otro dar, que no sólo es muy necesario sino también como todo Amor y todo Dar lleva en sí un plenitud que nos hace felices a nosotros mismos y es el dar en el anonimato, a una institución o a quien no volveremos a ver, así nadie sabrá de nuestro acto de generosidad...porque Jesús quiere que: lo que hace nuestra mano izquierda, no lo sepa la derecha.
Cuando salimos del súpermercado cargados de bolsas ¿pensamos qué pasará en la mente de aquellos que nos ayudan y que a lo mejor no tienen nada o muy poco para celebrar esta Navidad? Cuando vamos a restorant, se acostumbra a dar un 10% del consumo, creo que lo mismo deberíamos hacer con quienes nos ayudan con las bolsas, para de esta manera agradecer nuestra buena fortuna y acrecentarla al compartirla con lo que tienen menos que nosotros.
Jesús daba su amor sin esperar recompensa alguna y deseaba que los otros lo pasaran lo mejor posible, prueba de ello es que accedió al pedido de su madre, cuando ella le comentó que en la fiesta de matrimonio de sus amigos se había terminado el vino... y también se conmovió cuando supo que la multitud que lo había seguido y que por las largas horas transcurridas tenían hambre...Nuestro Maestro vibraba con las necesidades de los hombres y por éso con propiedad nos dijo: "cuando los sentimientos del servicio para con vuestros semejantes surjan en vuestra alma, no los ahoguéis; cuando las emociones del amor por vuestro prójimo desborden en vuestro corazón, expresad estos impulsos de afecto en un ministerio inteligente de las necesidades auténticas de vuestros semejantes».1745
Démosle sentido a esta Navidad, imitemos a Jesús y demos lo mejor de nosotros en todo momento y a todo aquél que a nosotros se acerque, porque en cada uno de ellos es Jesús quien espera nuestra muestras de amor fraternal. Que nuestro dar, no sea para cumplir un compromiso, sino que sea un acto impregnado de amorosa generosidad.
yolanda silva solano