La felicidad más elevada está indisolublemente vinculada con el progreso espiritual. El crecimiento espiritual produce un deleite duradero, una paz que trasciende toda comprensión.
Libro de Urantia. Pág.1098
Los seres humanos asociamos muy poco la felicidad con la espiritualidad, tal vez porque nos enseñaron a buscarla en el Cristo crucuficado y olvidaron enseñarnos que el Maestro nos pidió que no lo recordáramos "como un varon de dolores, porque las futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad, y la inspiración de nuestro buen humor. Proclamamos un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador. Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados. Los que aceptan esta enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre. Una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios.1766
La felicidad debiera ser el patrimonio de todo hijo de Dios, porque por el sólo hecho de serlo, tenemos el derecho a sentirnos amados en forma personal de una manera especial, porque "el Padre mora en el Paraíso, pero su presencia divina, también mora en la mente de los hombres.139" y éso nos abre un mundo de posibilidades, porque teniéndolo a El como nuestro Socio mayoritario ¡todo es posible! porque "la verdadera religión es amor vivo y una vida de servicio. Un creyente no debería alejarse de lo que es puramente temporal y trivial, ni buscar el aislamiento social y no debería destruir jamás el sentido del humor, porque a religión genuina no quita nada de la existencia humana, sino que agrega nuevos significados a la vida entera; genera nuevos tipos de entusiasmo, fervor y valentía. Una de las características más sorprendentes de la vida religiosa, es esa paz dinámica y sublime, esa paz que trasciende toda comprensión humana, esa calma cósmica que simboliza la ausencia de toda duda y confusión. Tales niveles de estabilidad espiritual son inmunes a la decepción.1100
" No puedes realmente amar a tus semejantes por un simple acto de tu voluntad. El amor tan sólo nace de la comprensión completa de las motivaciones y sentimientos de tus semejantes. No es tan importante amar a todos los hombres hoy como lo es que cada día aprendes a amar aún a uno más entre los seres humanos. Si cada día o cada semana consigues comprender a uno más de entre tus semejantes, y si éste es el límite de tu habilidad, estás entonces ciertamente socializando y verdaderamente espiritualizando tu personalidad. El amor es contagioso, y cuando la devoción humana es inteligente y sabia, el amor es más contagioso que el odio. Pero tan sólo el amor genuino y altruista es verdaderamente contagioso. Si cada mortal pudiese volverse tan sólo el objeto de un afecto dinámico, este virus benigno del amor llenaría muy pronto la corriente sentimental de emoción de la humanidad hasta tal punto que toda civilización estaría comprendida por el amor y ésa sería la realización de la hermandad del hombre.1018"
Si aprendiéramos a cultivar esta alegría y paz interior, no solamente seríamos más estables y felices nosotros, sino que contribuiríamos a que el mundo cambiara y lo positivo se impusiera ante lo negativo, porque la alegría, al igual que el amor,son energías que contagian y actúan por osmosis y sinergia, es decir en forma pasiva pero eficaz, porque combinan armoniosamente cualquier sistema para alcanzar el fin deseado, que en este caso sería la felicidad a través de la espiritualidad, porque "la religión sirve al progreso de todos porque fomenta el progreso de cada individuo, y el progreso de cada, uno es aumentado por el logro de todos.1094"
yolanda silva solano
Previous subject
First 