LA ALEGRIA DE LA NAVIDAD
Sintamos cómo Jesús llega a nuestro corazón diciéndonos:
“Amados hijos, soy Jesús. Al celebrar la época tradicional de mi nacimiento como Jesús de Nazaret en tu mundo, quisiera que me pidieran que Yo estimule sus corazones y con mucho gusto lo haré. ¡Siéntanme! Estoy vivo en ustedes. Yo viví una vida humana, así como ustedes lo están haciendo ahora. Cada uno construya un puente de comunicación para compartir conmigo. Conozco el sendero que caminan ustedes cada día. Puedo ayudarlos a caminar ese sendero con una mayor fe, esperanza y alegría.
“Mi vida la dediqué a volverme consciente del Padre del Paraíso y le permití guiarme para ser consciente de mi Espíritu interior. Cada uno de ustedes también tiene esa oportunidad. Y traerá una inmensa alegría a sus vidas, experimentando el reconocimiento de Dios dentro de ustedes mismos. Esto les aligerará el peso de la vida diaria, iluminará su camino, se sentirán abrigados interiormente y se llenarán de paz.
“Durante el curso de mi vida humana Yo experimenté el alimento del amor de nuestro Padre, hasta el grado de que otros percibieran las emanaciones de mi centro interior. Amados míos, este es mi deseo de Navidad para ustedes. Sientan la presencia de nuestro Padre madurar en su alma, alegrando la fibra de su ser para que puedan compartirlo libremente con otros.
¡Hijos Míos, vivan interiormente con nuestro Padre, propaguen su amor y observen la magia aparecer! ¡ESA ES LA ALEGRÍA DE LA NAVIDAD!”