Un Año más...
yolanda silva solano
Sí el tiempo corre y una vez estamos ante uno año que se va y al hacer un balance, puede que acudan a nuestra mente, más las cosas aparentemente malas, que las muchas buenas, porque es casi una condición humana resaltar lo malo y casi ignorar lo positivo, basta con ver las noticias para confirmar esta teoría. Pero el pasado debe quedar en nuestro recuerdo como una gran experiencia de vida, pero ahora debemos poner nuestra atención en el Nuevo Año que una vez más, la maestra Vida nos regala para que hagamos con él, lo que en verdad queremos, porque aún cuando muchas cosas suceden sin que podamos evitarlas, está en nosotros el saber que hacer con ellas, porque las decisiones, las emociones y las obras son personales, porque no somos marionetas en manos de las circunstancias, sino seres conscientes capaces de forjar nuestro propio destino, pues "El espíritu es el arquitecto, la mente es el constructor y el cuerpo es el edificio material.484"
Si fuésemos capaces de adueñarnos de esta gran verdad, podríamos estar muy contentos de recibir al 2011 con el corazón lleno de alegría y optimismo, porque nuestro Padre nos está entregando un terreno fértil, para que seamos nosotros quienes sembremos las buenas semillas de la paz, del amor, la armonía y de la empatía necesaria que nos permita ver en cada ser humano a un hermano, porque mientras nuestro amor a Dios se vea reflejado en el servicio a nuestros hermanos, todo, absolutamente todo, será para nuestro bien espiritual Por eso, antes que el Año Viejo termine, limpiemos nuestro corazón de todo pensamiento negativo, no permitamos que ni el más mínimo rencor se quede escondido en los pliegues de nuestro corazón. Todo resentimiento, todo enojo debe quedar en el pasado y toda herida aun no cicatrizada, debe ser sanada con el bálsamo del amor y el perdón. Recordemos que Jesús nos puso como condición para entrar en el reino “amad a vuestros enemigos, recordad las exigencias morales de la hermandad humana. Ni el mal, ni los agravios se corrigen con la venganza. No cometáis el error de luchar contra el mal con sus propias armas. Tened fe y confianza, en el triunfo final de la justicia divina y de la bondad eterna.” 1580
Olvidemos las quejas inútiles y hagamos espacio para todo lo nuevo que el 2011 nos entregará, confiemos en el amor de nuestro Padre que siempre desea lo mejor para nosotros, aún cuando no siempre sea lo que nosotros más deseamos, porque nosotros vemos lo mediático, en cambio El ve la totalidad de nuestro destino. " Nuestro Padre sabe lo que necesitamos aun antes que se lo pidamos”49 pero a nosotros nos falta fe y confianza para entregarnos a su voluntad y sentir en verdad “que nuestro mañana está en sus manos” 1436
Al pensar en la felicidad, no imaginemos que ella significa estar libre de preocupaciones e incluso de sufrimientos, porque pensar en esta utopía sería como pensar que podría haber un amanecer sin un atardecer, en la vida todo tiene una contraparte que es la que nos permite apreciar las diferencias y aprender a usarlas. No olvidemos que “el amor de Dios es por naturaleza un afecto paternal, por consiguiente, a veces nos disciplina por nuestro propio bien, para que podamos ser partícipes de su santidad. Pero no debemos olvidar que incluso durante nuestras pruebas más duras y en todas nuestras aflicciones Él se aflige con nosotros”. 39
Si estamos unidos y centrados en el Espíritu que en nosotros reside, podremos ser felices en cualquier circunstancia, incluso en medio del dolor, porque estaremos unidos a Dios y aceptando su voluntad. El Padre se hace real, cuando le permitimos participar directamente en nuestra vida cotidiana, entonces Él se transforma en una fuerza activa de interacción constante, sólida e íntima. Dios quiere guiarnos y ayudarnos, pero somos nosotros los que tenemos que permitirle entrar a nuestra vida, y dejarlo hacer lo que sea mejor para nuestra evolución, pues El, siendo Dios, necesita de nuestro permiso, porque “esta presencia espiritual de la divinidad, no es caprichosa ni arbitraria, su variante experiencial es inherente a la dote del libre albedrío personal de las criaturas.- De este modo, el espíritu de la divinidad, se vuelve humildemente obediente a la elección de la criatura.” 150
Propongámonos en este 2011 trabajar en nosotros mismos, para llegar a hacernos expertos en el arte de buscarle el resquicio legal a la vida para ser felices, porque "una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios. Las futuras generaciones deben conocer nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad y la inspiración de nuestro buen humor. Proclamemos un mensaje de buenas noticias y contagioso en su poder transformador, Nuestra religión del espíritu, late con nueva vida y nuevos significados. Los que aceptan esta enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre.1766
Con estos sentimientos y desde el fondo nuestro corazón, al dar las 12 digamos llenos de confianza
¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!
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