Ya falta muy poco para tu partida
Nunca más recorreré tus senderos
alfombrados a veces de suaves lirios
Ortigados también los hubieron
Dolorosos fueron los de suaves rosas
cuando ellas caprichosas
mostraron sus espinas.
Año viejo tu historia será sellada
por el curso irremediable de la vida
Otros años se irán después de ti
y antes o después marcharé yo
Cada instante de tu vida
quedará grabado en mi pecho.
Otro año viejo como tú
en las últimas horas de su vida hizo
florecer la tarde de verano
vistió al crepúsculo de fiesta y antes
de marcharse rindió su último tributo de amor
En enjambre de quejidos y sonrisas
agradecidas me besó con el nacimiento
de mi segunda hija
Se confunden los recuerdos de alegría
con la pena de dejar mi otra pequeña en manos ajenas.
Quiero que te vayas contento.
Cumpliste tu misión, diste de ti cada minuto de tus horas
cada hora de tus días, buenos o malos,
alegres o tristes. Tienes que marcharte satisfecho.
En el momento del adios mi nombre
será Reflexión mirando tu silueta
hasta que el horizonte me la quite.
Luego debo estar chispeante cual copa
de champán para recibir al nuevo año
con los brazos abiertos.
De nuevo me visita la dama Confusión,
desfilan en mi memoria las primeras horas
de un lejano Año nuevo. Confusa y asustada
al ver mi Padre tratando esforzado
hasta el final de retener en su boca suspiros
de aire para brindarme su despedida.
No dejaré que te marches, sin antes abrazar
te y decirte. Adios y Gracias Año Viejo
Asumo que mientras algo florece, siempre,
algo que se marchita.
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