simplemente trabaja con el material que le proveemos cada uno de nosotros, a través de nuestros impulsos de pensamiento y manifestará como real un pensamiento dirigido por el miedo con igual facilidad que llevará a la realidad un pensamiento enmarcado en coraje, o en la fe.

 

Es como la electricidad que hace funcionar miles de cosas en la industria, y nos presta un gran servicio si se la emplea de manera correcta, o puede acabar con miles de vidas si se hace mal uso de ella. De la misma manera, la ley de la autosugestión nos llevará a la paz y la riqueza o nos arrastrará hacia el mundo de la miseria, del fracaso y de la muerte, de acuerdo con el conocimiento que tengamos de ella y cómo la usemos, sabiamente o de manera ignorante. Eso depende exclusivamente de nosotros.

Si te llenas la cabeza con ansiedad, miedos, dudas y no confías en tu capacidad para conectarte con tu yo interior y usar la fuerza de la Inteligencia universal, la ley de la autosugestión hará de ese espíritu de desconfianza su guía y lo usará como un estándar que usará para traducir en tu vida física y material todo aquello que hay en tu mente.

Funciona de la misma manera que el viento que puede dirigir una nave hacia el norte o hacia el sur, de la misma manera serás llevado en virtud de la autosugestión hacia donde tú mismo le has señalado, eres el único responsable que orientar las velas de tu pensamiento.

Lo que puedes lograr por medio de esta ley es invaluable e incalculable.

Si piensas que estás vencido, estás vencido.

Si piensas que no te atreves, no te atreves.

Si te gusta ganar, pero piensas que no puedes, es seguro que no ganarás.

Si piensas que perderás, estás perdido, pues la vida nos enseña que el éxito empieza en la voluntad de cada persona… Todo está en tu estado de ánimo y tus acciones.

Si piensas que eres superior, eres superior

Has tenido que pensar alto para ascender. Has tenido que estar seguro de ti mismo antes de ganar cualquier premio.

Las batallas de la vida no siempre favorecen al hombre más fuerte o al más rápido, pero tarde o temprano el hombre que gana es el hombre que ¡PIENSA QUE SÍ PUEDE!