«En la experiencia de encontrar al Padre que está en los cielos, descubres que todos los hombres son tus hermanos... Conocer a nuestros hermanos y hermanas, comprender sus problemas y aprender a amarlos, es la experiencia suprema de la vida».
Libro de Urantia. Pág.1431
Todos decimos amar a Dios, pero tomamos poco en cuenta, que "no es posible regocijarse en la paternidad de Dios si se rechaza la fraternidad del hombre.1454" De hecho tampoco rechazamos abiertamente la fraternidad, más bien ignoramos o no le tomamos el peso a lo que ésto en verdad significa. Nuestra fraternidad está escrita en la arena, al menor desacuerdo o enojo, nace el resentimiento y nuestro orgullo nos impide perdonar de verdad, porque nos quedamos en la clásica frase, perdono pero no olvido, como si esto fuese posible.
Jesús es categórico cuando nos habla del amor a nuestros hermanos y nos dice que "conocerlos es comprenderlos y aprender a amarlos" Comprender es tener empatía, es darnos el tiempo necesario para darnos cuenta de como son nuestros seres queridos, lo que hay detrás de sus enojos, de sus alegrías, de sus silencios, de sus miedos. Es no juzgar, ni menos prejuzgar, sino ponernos en sus zapatos, porque muchas veces lo que se ve a simple vista dicta mucho de ser la realidad. Hay silencios que son gritos desesperados de auxilio que reclaman nuestra atención, nuestro cariño.
Para poder comprender y empatizar, es preciso acallar nuestro ego y dejar aflorar nuestra ternura, esa virtud tan escasa hoy en día, pareciera que nunca hay tiempo para hacer un cariño, para decir una palabra amable, para elogiar lo bueno en vez de hacer resaltar lo malo. La ternura es el ropaje con el cual se viste la sensibilidad "ese atributo valioso tanto en el hombre como en la mujer. No hace falta ser duro para ser varonil, esta es la manera errónea de crear hombres valientes. Mostrar ternura, dar rienda suelta a las emociones, tener sensibilidad y saber responder a las necesidades de los demás, genera una felicidad genuina y duradera.1575"
" En la vida física, los sentidos se percatan de la existencia de las cosas; la mente descubre la realidad de los significados; pero la experiencia espiritual revela al individuo los verdaderos valores de la vida. Estos altos niveles de vida humana se logran en el amor supremo de Dios y en el amor altruista del hombre. Si amas a tus semejantes, debes haber descubierto sus valores. Jesús amaba tanto a los hombres, porque les adjudicaba un valor tan alto. Puedes mejor descubrir los valores de tus asociados descubriendo sus motivaciones. Si alguien te irrita, te produce sentimientos de resentimiento, debes buscar con simpatía el discernimiento de su punto de vista, sus razones de una conducta tan censurable. Una vez que entiendas a tu prójimo, te volverás tolerante, y esta tolerancia crecerá en amistad y madurará en el amor.1098
La religión nos manda amar a nuestros hermanos e incluso a nuestros enemigos, la espiritualidad nos da la capacidad de comprenderlos para poder amarlos, encontrando en ello, nuestra verdadera realización porque ciertamente que el amar y el dar llevan en si su propia plenitud. "No es suficiente cesar de hacer el mal, sino que debemos aprender a hacer el bien.1736"
yolanda silva solano