SEGUNDO FUNDAMENTO BASICO METAFISICO
DECLARAMOS LA UNION Y HERMANDAD ENTRE TODOS LOS SERES, DE LA HUMANIDAD.
AL COMPARTIR A DIOS COMO NUESTRO PADRE MADRE
CELESTIAL
Dios es el creador de todas las cosas. Está en todo, puesto que él es el todo en todo.
Su divina energía creadora subyace invisiblemente en la esencia del átomo en el microcosmos, como así también en los núcleos solares del macrocosmos.
La esencia luz del todo, continuamente está en expansión, auto generándose constantemente. De la misma manera, el universo todo se expande continuamente.
Desde la infinita mente de Dios se proyecta la sabiduría que trasciende todo el entendimiento humano.
El amado San Francisco de Asís desde el amoroso entendimiento que brotó de su corazón, llegó a la misma conclusión declarando: "¡Hermano amigo! ¡Hermano pájaro! ¡Hermana piedra! ¡Hermano sol! ¡Hermana luna!".
Todos los seres somos hijos espirituales de Dios. Aunque tenemos distintos padres carnales, a quienes reconocemos, respetamos y amamos de corazón, en realidad Dios es nuestro padre espiritual y el creador de todos los seres. Por lo tanto, todos somos hermanos sin diferencias de credo, razas, nacionalidades o color.
El amado maestro Jesús entrega este divino entendimiento decretando en la primera parte de la bendita oración que regala al mundo: "Padre nuestro que estás en los cielos".
Padre de todos nuestros hermanos que estás en los cielos de cada átomo, tú eres divina energía que mantiene a los electrones girando alrededor de sus núcleos, tú eres la sabia armonía que mantiene a los planetas girando alrededor de los soles. Tú eres la vida, el amor, el Padre Madre de toda la creación y nosotros somos tus hijos, hecho a tu imagen y semejanza divina espiritual.
Amado Padre Madre Dios, danos la sabiduría necesaria para reconocernos como tus hijos; que podamos derribar las barreras que en el error hemos construido, separándonos de nuestros hermanos.
Danos el amor necesario para reconocer tu esencia divina en cada uno de los seres que pueblan el universo.
Bríndanos tu luz para reconocernos como tus hijos y desde ese entendimiento llegar a ti decretando:
"YO SOY’’ hijo de Dios.
Mi Padre y yo uno solo somos, Junto a todos mis hermanos en todo el universo.