“…, no sabe qué hacer con su dinero.” Así lee el titular y confieso que el acróbata de mi cerebro hizo un balance inmediato entre Haití, albergues para mujeres maltratadas, becas de estudio para desventajados, y mil cosas más! Claro está, también se balanceo entre uno que otro movimiento en algunas cosas para mí y hasta trazo las líneas de un e-mail diciéndole que la podía ayudar. El titular trata de la actriz Emma Watson, la recuerdas? Recuerdas aquella niña que asumía el rol de Hermione en la saga de Harry Potter? Es ella y al alcanzar los 20 es poseedora de una enorme fortuna acumulada gracias a su trabajo.
Emma se proyecta como una joven de gustos sencillos que, pese a su gran fortuna, aun utiliza el transporte público y entre las cosas de más alto valor monetario que ha obtenido figuran una computadora portátil y un vehículo Toyota. Ella es poseedora de consciencia ecológica y ha presentado diseños propios de ropa ecológica en actividades tales como las auspiciadas por la Fundación Príncipe Carlos; además, realiza estudios universitarios en el campo de la literatura. Esta Emma dice que le causa gracia el ser observada en el transporte público y el que la gente no crea que es “Hermione” la que está sentada a su lado. Bueno… quizás sea el hecho de que no lleva la varita, porque en cuanto a rostro, no hay dudas!
Podemos decir que Emma es exitosa o victoriosa? Éxito y victoria son dos cosas distintas y mi opinión es que posee ambas. Ella obtuvo, logro, alcanzo un éxito que puede ser fácilmente medido por su popularidad y posición económica. También es victoriosa porque, aun cuando ha alcanzado fama y dinero, ha logrado mantener el control de su vida. Ejemplo de victorias también los vemos en la superación de retos internos como lo son el vencer un temor, superar una adicción, levantarnos de una pérdida, etc., etc. La victoria crea una sensación interna de vencimiento que no puede ser medida, es satisfacción absoluta que nada ni nadie opaca. Mientras el éxito produce una sensación momentánea de júbilo que luego de un tiempo desaparece y te lleva a la búsqueda de algo más que te satisfaga, la victoria es tesoro interno y eterno.
Tener éxito es bueno, maravilloso diría yo! Esa sensación de poder en el medio en el cual nos movemos solidifica el valor y la dignidad humana, pues la estima propia hace un llamado al éxito y lo busca. Pero el valor de un ser humano no debe ser medido por sus éxitos, las victorias pesan más. Entonces me reafirmo en que Emma, a quien las luces de Hollywood no han llenado de ostentación, es victoriosa porque mantiene el control de su vida y es tan sencilla que dice no saber que hacer con su dinero; sin embargo, casi segura estoy que grandes y buenos planes en su mente tendra. La sencillez es indicativa del destierro, casi por completo, del materialismo; y cada vez que ponemos control sobre nuestra mente y nuestro corazón entramos en victoria.
Aquí el acróbata de mi mente resbalo… porque el pensamiento de ayudar a Emma a “gastar” su dinero aun persiste…