¿POR QUE TODO ESTO?
Y un día se le acercó un niño y le dijo:
He bajado a jugar a la tierra pero mañana
cuando sea mayor y este vestido se marchite,
volveré a mi casa, ¿sabes? ,
mi casa está en una estrella
de las muchas que llenan el cielo.
Y mirando tristemente a Quetzacóatl así le preguntaba:
¿Por qué mis hermanos los otros niños
que han venido antes que yo
ya no saben jugar, ya no saben mirar al cielo,
ni caminar sobre la Tierra, ni mantener cristalinos los ríos,
ni limpios los montes. ¿No saben hablar con los pajarillos,
ni saben volar en su compañía más allá
de las limitaciones de este vestido?
¿Por qué no quieren ser hermanos de los animales,
ni quieren ser hermanos entre ellos?
y cuando nueztra madre la Naturaleza nos da sus frutos,
no esperan que maduren en los árboles,
ni dejan que las flores alfombren los campos,
ni permiten que el viento nos hable desnudo.
¿Por qué no toman ejemplo de los árboles
o de las cañas que bordean las lagunas?
¿Por qué en lugar de matar, no dan la vida?
¿Por qué en lugar de guardar no se desprenden?
¿Por qué estancan el río de la vida
para que no riegue nuestros campos de la Evolución,
y prefieren que se pudran sus aguas
y que desprendan el hedor
de la descomposición y el egoísmo?
Hoy he ido a jugar con las mariposas y huyen de mi lado
porque me confunden con mis hermanos.
Hoy he ido a volar con los pajarillos y se alejan de mí
porque sienten el temor en sus corazones.
Hoy he bajado hasta el valle para jugar
con mis hermanos los animales
y se apartan de mí como de un enemigo.
Hoy he ido a mirarme en el río y he visto
que era un río de inmundicias y aguas negras,
y no he podido beber de sus aguas ni
hablar con sus ondas.
Dime, ¿Por qué todo esto?
Y El, lo miró con ternura y así le dijo:
También de esta Tierra hay que hacer
una estrella como la tuya.
No te adormezcas, porque si te duermes
se dormirá tu estrella y entonces
¿cómo nacerá sobre la tierra?
y ¿Acaso un Maestro no es aquel que
sabe que es un niño en un cuerpo viejo,
y sabe hablar al niño que hay
en cada uno de sus hermanos?
Adelante, mi hermano.
DEL LIBRO: ASÍ HABLABA QUETZACOATL