Cuando los hombres buscan a Dios, lo están buscando todo. Y cuando encuentran a Dios, lo han encontrado todo.
El Libro de Urantia
Buscar a Dios no es arrodillarnos y extender nuestro pliego de peticiones... buscar a Dios es estar dispuestos a hacer su Voluntad sin condiciones... es arriegarnos de que ella sea totalmente diferente a la nuestra... pero con la íntima seguridad de que ella siempre será lo mejor para nuestra evolución espiritual, porque nosotros vemos lo mediático, en cambio la visión de nuestro Padre apunta a la eternidad.
Buscar a Dios no es rendirle pleitesía con palabras grandielocuentes que hacen resaltar los méritos y atributos de su divinidad, porque ¿cómo una criatura finita puede imaginar siquiera lo que en verdad es la eternidad, si ni siquiera otras Personalidades divinas la comprenden? "Francamente, la eternidad es incomprensible para la mente temporal finita. Simplemente, vosotros no la podéis entender; no podéis comprenderla. Yo no la visualizo completamente, y aun si la visualizara, sería imposible para mí hacer converger mi concepto a la mente humana. No obstante, he intentado lo máximo que está a mi alcance para describir algo de nuestro punto de vista, y deciros sobre nuestra interpretación de las cosas eternas. Intento ayudaros a cristalizar vuestros pensamientos acerca de estos valores que son de esencia infinita y significado eterno.365"
Sin embargo nuestra incapacidad de comprender la eternidad, no es obstáculo alguno para alcanzarla, pues "lo finito del tiempo contiene dentro de sí mismo las semillas de la eternidad, porque lo que el hombre lleva consigo como posesión de la personalidad, son las consecuencias para el carácter de la experiencia de haber usado los circuitos de la mente y del espíritu del gran universo, en su ascensión al Paraíso. Cuando el hombre decide, y cuando consuma esta decisión en acción, el hombre obtiene experiencia, y los significados y los valores de esta experiencia son por siempre parte de su carácter eterno en todos los niveles, desde lo finito hasta lo eterno. El carácter cósmicamente moral y divinamente espiritual representa la acumulación de capital de la criatura de las decisiones personales, que han sido iluminadas por la adoración sincera, glorificadas por el amor inteligente, y consumadas en servicio fraternal.1287 pues "para entrar en el Reino, el motivo es el que cuenta. Mi Padre mira dentro del corazón de los hombres y juzga por sus deseos íntimos y sus intenciones sinceras.1571"
A Dios tampoco se le puede encontrar por el puro ejercicio de la mente a través del conocimiento, porque aún cuando "la moralidad de las religiones de evolución impulsa a los hombres hacia adelante en la búsqueda de Dios, por el poder y motivado por el temor y las religiones de revelación atraen a los hombres a buscar a un Dios de amor, porque anhelan hacerse semejantes a él. Pero la religión no es solamente un sentimiento pasivo de «absoluta dependencia» y «certidumbre de supervivencia»; es una experiencia viviente y dinámica de logro de la divinidad, basada en el servicio de la humanidad." por eso Jesús cambió la máxima griega "conocete a ti mismo" por "conoce a Dios y conocéte a ti mismo como hijo de Dios" 67 porque es el reconocimiento de nuestra filiación divina, la que nos impulsa a buscar a Dios como nuestro Padre, Amigo y Socio de nuestra vida ´convirtiéndolo así en un Dios vivo, capaz de hacernos cambiar nuestra vida y la de nuestros semejantes.
Encontrar a Dios, es el esfuerzo sincero de identificarnos con él, por medio del ejemplo de vida humana que su Hijo Jesús vivió en Urantia, para enseñarnos que " hay tan sólo una aventura que es más satisfactoria y emocionante, que el intento de descubrir la voluntad del Dios vivo, y ésa es la experiencia suprema de tratar honestamente de hacer la voluntad divina. No dejéis de recordar que la voluntad de Dios puede cumplirse en cualquier ocupación terrenal. No hay unas vocaciones que sean santas y otras que sean seculares. Todas las cosas son sagradas, en la vida de los que son conducidos por el espíritu; o sea, subordinados a la verdad, ennoblecidos por el amor, dominados por la misericordia, y controlados por la ecuanimidad y la justicia.1732 Por tanto "nada de lo que hace un hijo de Dios es ordinario. Haced pues vuestro trabajo de aquí en adelante como si fuese para Dios y no temas a ningún hombre al proclamar las verdades salvadoras del evangelio.2049"
Para encontrar a Dios, debemos despojarnos de nuestros prejuicios, porque "debéis dejar de buscar la palabra de Dios tan sólo en las páginas de los viejos libros de la autoridad teológica. Los que han nacido del espíritu de Dios, de ahora en adelante discernirán la palabra de Dios sea donde fuere que ésta parezca originarse. La verdad divina no debe ser desechada porque el canal de su transmisión sea aparentemente humano. Muchos de vuestros hermanos aceptan la teoría de Dios con la mente pero espiritualmente no consiguen comprender la presencia de Dios. Ésta es justamente la razón por la cual tan a menudo os he enseñado, que el reino del cielo puede ser comprendido mejor si se adquiere la actitud espiritual de un niño sincero. No es la inmadurez mental del niño la que os recomiendo, sino más bien la simpleza espiritual de un pequeño que cree con facilidad y confía plenamente. No es tan importante que conozcáis el hecho de Dios como que crezcáis cada vez más en la habilidad de sentir la presencia de Dios.1733"
"Cuando empecéis a encontrar a Dios en vuestra alma, pronto comenzaréis a descubrirlo en el alma de otros hombres y a su debido tiempo en todas las criaturas y creaciones de un poderoso universo. Pero ¿qué oportunidad tiene el Padre de aparecer como un Dios de lealtades supremas e ideales divinos en el alma de los hombres que dedican poco o ningún tiempo a la contemplación reflexiva de estas realidades eternas? Aunque la mente no es el asiento de la naturaleza espiritual, es por cierto la compuerta. Pero no cometáis el error de tratar de probar a otros hombres que habéis encontrado a Dios; no podéis producir conscientemente tal prueba válida, aunque existen dos demostraciones positivas y poderosas del hecho de que conocéis a Dios. Éstas son:
1. Los frutos del espíritu de Dios que se muestran en vuestra vida rutinaria diaria.
2. El hecho de que todo el plan de vuestra vida ofrece una prueba positiva de que habéis arriesgado sin reserva todo lo que sois y tenéis, en la aventura de la supervivencia después de la muerte, en perseguir la esperanza de encontrar al Dios de la eternidad, cuya presencia habéis saboreado por anticipado en el tiempo.1733"
yolanda silva solano