CÓMO AYUDAR POR MEDIO DEL PENSAMIENTO (II)
Si los pensamientos que queremos hacer llegar a una persona en forma de ayuda, consejo o consuelo,
son suficientemente fuertes, claros y concentrados, sin duda que le alcanzarán. Aún en el caso de
que no ocurra en el mismo momento, se quedarán flotando y le penetrarán cuando su mente esté
fatigada o inactiva. Son infinitas las cosas en que podemos beneficiar a otros con nuestros
pensamientos auxiliadores, en la calle, en el trabajo, a familiares, vecinos, amigos, etc. Es
importante no pensar mal para no ir dejando semillas de discordia por donde nos encontremos,
pero también lo es expresar lo mejor de nosotros en pensamiento, palabra y obra ante cualquier
persona y lugar. Esto, a su vez, rodeará nuestros cuerpos en forma de aura etérica y
emitiremos vibraciones de bondad allá donde nos encontremos.
Veamos, por tanto, algunos ejemplos de lo que podemos hacer con nuestra mente a lo largo del día
y de la noche. Uno de los beneficios que podemos obtener de la mente es cuando la sabemos
preparar antes de dormirnos pero, ¿qué es el sueño? Cuando, después de estar todo el día
gastando energía y destruyendo tejidos del cuerpo, llega la noche, al no poder reabastecerse más,
el "yo" abandona el cuerpo físico con su cuerpo de deseos y con su mente para reconstruir y
revitalizar dicho cuerpo. Como consecuencia y puesto que la conciencia pasa a dos mundos
relacionados con dichos cuerpos, el cuerpo físico queda dormido pero el hombre sigue
existiendo en esos mundos aunque no pueda imprimir lo que hace en el cerebro.
La diferencia de estar despierto o dormido en relación a lo que estamos tratando es que cuando se
está fuera del cuerpo no interviene el cerebro físico, y la mente es, como consecuencia, más poderosa
en cuanto a la creación de pensamientos. Aun en los estudiantes esotéricos, de poco sirven estos
conocimientos porque no se suelen tener en cuenta ya que en vez de dormirnos con cierta
intención de aprovechamiento nocturno, nos dormimos pensando en nuestros asuntos cotidianos.
Entonces no “emitimos pensamientos con determinada intención” sino que seguimos pensando
en nosotros mismos y en nuestros asuntos, no obteniendo así ningún resultado o ayuda.
Entre las muchas cosas que hacemos y que podemos hacer cada noche después de dejar el cuerpo
físico dormido, está la de obtener respuestas a nuestros problemas o dudas. Así es que comenzando
por preparar papel y lápiz por si nos hace falta por la mañana para escribir algún recuerdo, lo primero
que hay que tener en cuenta es que cuando vayamos a dormir no hay que dar vueltas a dicho
problema o duda. Es importante no intentar encontrar la solución en ese momento porque eso
impediría coger el sueño, más bien al contrario, hay que tener muy claro lo que se desea y
plantearlo con claridad para después dejarlo en el aire. Con esto, lo que estamos haciendo
es dormirnos con esa idea activa, y con el yo o pensador preparado para que se ocupe del
problema. En muchos casos se obtiene respuesta porque el Yo o Ego se encarga de imprimirlo
en el cerebro, pero estas impresiones duran muy poco y por eso se
aconseja apuntarlas cuando nos despertamos.
Si, como hemos explicado, el hombre es más libre y poderoso para pensar cuando está fuera del
cuerpo físico, quiere decir que también podemos hacer otras obras benefactoras a otras personas
desde esos mundos. En este caso da igual que la persona esté muerta o dormida, es decir, que
ayudemos a un vivo mientras duerme que a una persona que hace poco que ha fallecido. Como
en el ejemplo anterior, hay que tener una idea muy clara respecto a lo que se quiere hacer y
representarse lo más perfectamente posible a la persona a la cual queremos dirigir nuestros
pensamientos. Si se hace esto con la intención y el fuerte deseo de encontrar a esa persona
para ayudarla, dicha imagen mental atraerá a la persona y se efectuará la comunicación. Es
importante que antes de dormirse, el interesado en ayudar a otro, esté relajado mental y
emocionalmente porque la inquietud, la agitación o una emoción fuerte, crean remolinos
en el cuerpo de deseos y éstos impiden que haya buenos resultados; a veces hay algún
recuerdo o “sueño” de ello pero, aunque no fuera así, eso no impide que se cumplan los
deseos de la comunicación. Todo pensamiento, esté dormido o despierto el pensador,
que es dirigido con fuerte voluntad y persistencia a un fin determinado, cumple una misión. Si
creamos pensamientos de esta forma para ayudar a alguien, a una misión, a un grupo o
movimiento, etc., que no nos quepa duda que estas corrientes de pensamiento
alcanzarán al grupo o personas y dejarán su mensaje en sus cuerpos mentales.
El hecho de que cada uno de los cuerpos mencionados esté constituido de materia más sutil o
etérica uno respecto a otro, no significa que no cumplan una misión o que sus acciones no tengan
sus efectos. Por ejemplo, la repetición de un hecho hace que el cuerpo etérico cree un hábito; la
repetición del deseo de consumir tabaco o alcohol crea apego o pasión hasta el punto de verse
la persona dominada. Respecto a la mente, aunque su actividad no sea tan fácilmente demostrable,
es más poderosa que los demás cuerpos y por eso les domina o puede dominar. En realidad la
mente es creadora puesto que todo lo creado por el hombre tiene su origen en ella, y está
capacitada, entre otras muchas cosas, para comunicarse con otras mentes. Las imágenes
que llegan a los ojos gracias a las ondas de luz (vibraciones electromagnéticas) y que luego
se traducen en impulsos nerviosos para llegar al cerebro, son las que capta la mente (puesto
que es etérica y compenetra al cerebro físico) y de estas imágenes es de donde extrae el
conocimiento el yo (también representado como voluntad) Cuando el yo desea expresarse
utiliza la mente para razonar el hecho, ésta pone en actividad el área del cerebro
correspondiente y, por último, lo expresa por medio del sistema nervioso como palabra u obra.
En el caso de los muertos es diferente puesto que no tienen cerebro físico ni sentidos, pero eso
no representa un inconveniente sino lo contrario porque las mentes se comunican directamente
y las formas de los pensamientos son tan reales en ese mundo como los objetos en nuestro
mundo físico. Cuando una persona abandonan su cuerpo definitivamente comienza otra forma
de vida muy diferente a la terrestre por el hecho de no tener sentidos físicos con que expresarse,
como consecuencia se ve obligada a vivir internamente sintiéndose mucho más identificado
con su mente que lo que lo estaba aquí en la tierra. Por otro lado, el cuerpo de deseos hace
las veces del físico y “encuentra” toda clase de expresión (salvo pocas excepciones) para que
el hombre pierda la comunicación con el mundo físico, con la particularidad de que
cuanto más poderosa sea la barrera que impide expresarse más receptividad interna
hay respecto a lo que proceda de las mentes y del mundo de pensamiento.
Esto es así hasta el punto de que, cuanto más desarrollo espiritual haya obtenido una persona
en su vida física, más poder interno, de comunicación y de expresión tendrá en esos mundos
superiores. Así es que, un pensamiento de amor fraternal o de cariño a una persona fallecida le
es más real y le causa más efecto que si se le dijera ante ella misma o físicamente. Los
pensamientos de ayuda, consuelo amor, etc., (excepto los que pueden atraerles en algún
sentido hacia la tierra) dirigidos a un fallecido no solo le darán paz y amor sino que también
le ayudarán a atravesar mucho antes las regiones inferiores de ese mundo. Es triste que
estas personas no puedan verse ayudadas por sus familiares y amigos por el hecho de no
conocer o no creer en esta enseñanza, pero lo cierto es que cuando se envía un pensamiento
con voluntad y concentración en la imagen del ser querido fallecido,
este pensamiento actuará como un Ángel Guardián. |