El amor posee una llave secreta que abre la Puerta de lo Divino. Esta llave es
la meditación.
La meditación simplifica nuestra vida externa y energetiza nuestra vida interna. La
meditación nos da una vida natural y espontánea. De hecho esta vida llega a ser
tan natural y espontánea que no podemos respirar sin tener consciencia
de nuestra divinidad.
El amor no lo vas a hallar en los libros. Aunque exprimamos un libro no vamos a
obtener amor. Si queremos reencontrarnos con el amor tenemos que
crecer desde dentro. Los pensamientos y las ideas preceden a los libros.
La mente levanta a los pensamientos y las ideas de su sueño.
El amor despierta a la mente.
Cuando una persona abre su corazón y escucha los dictados de su alma,
el temor ya no puede torturarla. Las opiniones del mundo son
demasiado débiles para atormentar su mente y su corazón. El
amor conoce, siente y personifica esta verdad.
En el cofre de la mente se encuentran tanto las cadenas de la
esclavitud como las llaves que abren las puertas de la
libertad.
El poder del amor contiene en sí la inagotable energía de Dios. Ése es el poder que
necesitamos en el cuerpo, y existe una forma de adquirirlo. Esa forma es la comunión con
Dios mediante la rendición completa a tu yo soy.
Ahora es el momento de conectarnos con el amor y transformar el mundo en que
vivimos en un cielo radiante de luz divina.