La vida en la creación eterna del Padre, no es un descanso sin fin en la ociosidad y un reposo egoísta, sino más bien una progresión contínua en la gracia, la verdad y la gloria.
Libro de Urantia
Esta cita no tiene nada que ver con la idea que se nos ha inculcado y hemos visto en numerosas pinturas religiosas, en donde se nos presenta el cielo como un lugar donde nos dedicaremos a tocar el arpa o las trompetas, porque ¿cómo podría una criatura finita alcanzar la eternidad con sólo las experiencias vividas en este mundo? Es como si pretendiéramos que un niño del jardín de infantes pretendiera recibirse de médico, al entrar a la primaria al año siguiente. Las criaturas humanas debemos continuar evolucionando en los siete mundos de estancia en forma paulatina, porque aún es demasiado los que nos queda por descubrir y por alcanzar. porque la "revelación deberá siempre limitarse por la capacidad del hombre para recibirla.1007 porque "la verdad revelada, la verdad descubierta personalmente, es el deleite supremo del alma humana; es la creación conjunta de la mente material y del espíritu residente. La salvación eterna de esta alma que discierne la verdad y que es amante de la belleza está asegurada por el hambre y sed de bondad que conducen a este mortal a desarrollar una singularidad de propósito dedicada a hacer la voluntad del Padre, a encontrar a Dios y a asemejarse a él. Nunca hay conflicto entre el verdadero conocimiento y la verdad.1459
"La vida después de la muerte no es esencialmente distinta de la existencia mortal.Todo lo bueno que hagamos en esta vida contribuye directamente al enaltecimiento de la vida futura. La religión real no fomenta la indolencia moral ni la pereza espiritual al alentar la vana esperanza de recibir todas las virtudes de un carácter noble como resultado de cruzar las puertas de la muerte natural. La verdadera religión no menosprecia el esfuerzo humano por progresar durante el contrato mortal de la vida, porque todo logro mortal es una contribución directa al enriquecimiento de las primeras etapas de la experiencia de supervivencia 1134"
Los seres humanos tenemos como meta alcanzar la eternidad, pero a nuestra mente finita y lmitada esta palabra le puede parecer incomprensible, pues todo lo que conocemos sabemos que tiene un principio y un fin pues "en el estado mortal, nada puede ser probado en forma absoluta, pues tanto la ciencia como la religión se basan en suposiciones"1139 por eso a los seres humanos nos resulta difícil o más bien "no podemos comprender plenamente cómo Dios puede ser primordial, inmutable, todopoderoso y perfecto, y al mismo tiempo estar rodeado de un universo en mutación constante y aparentemente limitado por la ley, un universo evolutivo de imperfecciones relativas. Pero podemos conocer esa verdad en nuestra propia experiencia personal, puesto que todos mantenemos la identidad de la personalidad y la unidad de la voluntad a pesar del cambio constante de nosotros mismos y de nuestro medio ambiente.31"
Lo importante no es el poder definir ni comprender la eternidad, sino que convencernos que nuestra estadía en esta tierra es nuestro primer paso hacia ella y que nuestro avance dependerá exclusivamente de lo que hagamos Aquí y Ahora, porque el plazo tiene fecha de vencimiento, y todo dependerá de lo que hagamos con lo que la maestra Vida nos ha dado a cada uno como tarea especial, pues nuestra ascensión después de la muerte, sólo nos llevará a continuar lo que Aquí estábamos haciendo. Nuestras experiencias personales son las que nos abrirán o nos cerrarán las puertas de la eternidad, sin importar si ellas han sido importantes o no a los ojos de los hombres, porque no nos olvidemos que "nada de lo que haga un hijo de Dios es ordinario.2049 si al hacerlo tenía su conciencia despierta y sabía el por qué y para que lo hacía, porque lo que realmente le da valor de eternidad a nuestras acciones, es la motivación y las intenciones que tengamos al hacerlas.
Podemos engañar a los hombres e incluso a nosotros mismos con nuestras obras, pero a Dios no hay manera de ocultarle nuestras verdaderas intenciones y hacernos acreedores a recibir la misma advertencia que hizo Jesús respecto a los fariseos, cuando dijo: "no os engañéis por su exhibición de gran conocimiento y por su profunda lealtad a las formas de la religión. Preocupaos solamente por el espíritu de la verdad viviente y el poder de la religión verdadera. No es el temor de una religión muerta lo que os salvará, sino más bien vuestra fe en una experiencia viviente de las realidades espirituales del reino. No os dejéis enceguecer por el prejuicio ni paralizar por el miedo. Tampoco permitáis que la reverencia por las tradiciones pervierta vuestra comprensión que vuestros ojos no vean y vuestros oídos no oigan. No es propósito de la religión verdadera simplemente traer paz, sino más bien, asegurar el progreso. No puede haber paz en el corazón ni progreso en la mente, a menos que os enamoréis de todo corazón de la verdad, de los ideales de las realidades eternas. Los asuntos de la vida y de la muerte se exponen ante vosotros, los placeres pecaminosos del tiempo contra las realidades justas de la eternidad. Aun ahora, deberíais comenzar a liberaros de la esclavitud del temor y de la duda al entrar a vivir una nueva vida de fe y esperanza. Por eso, cuando los sentimientos del servicio para con vuestros semejantes surjan en vuestra alma, no los ahoguéis; cuando las emociones del amor por vuestro prójimo desborden en vuestro corazón, expresad estos impulsos de afecto en un ministerio inteligente de las necesidades auténticas de vuestros semejantes.1745"
Debemos prestar atención a estas recomendaciones, porque nuestro ego en muchas ocasiones nos hace comportarnos como aquellos fariseos que limpiaban cuidadosamente lo de afuera de los vasos mientras las vasijas del alimento espiritual estaban sucias e impuras. " Os aseguráis de presentar una apariencia piadosa y santa ante el pueblo, pero vuestra alma interior está llena de mojigatería, codicia, extorsión, y falta de caridad 1826" Las prácticas exteriores de poco o nada sirven si no están guíadas por nuestro espíritu, porque la verdadera espiritualidad es "la actitud de un alma individual, en sus relaciones con su Creador.1603 porque solamente El sabe lo que en verdad alberga nuestro corazón
Si durante nuestra estadía en este planeta ha estado dedicada a la búsqueda de Dios en nosotros y por nosotros mismos, no debemos temer a la muerte porque ella es acercarnos a la casa del Padre, por eso "cuando llegue el fin de la vida mortal, no titubees en abandonar este cuerpo en pos de una forma más apropiada y hermosa y para despertar en el reino de Dios, allí donde no hay ni temor, ni pena, ni hambre, ni sed, ni muerte. Conocer a Dios es cortar las ataduras de la muerte. El alma que conoce a Dios se eleva en el universo como la crema aparece sobre la superficie de la leche.1449
yolanda silva solano