Aprovechen este día de esparcimiento. Descansen de las arduas labores y distruten del refrescante efecto que proviene de descubrir nuevas actividades recreativas.
Libro de Urantia. Pág.1543
Durante siglos, se asoció la espiritualidad con el sufrimiento, la expiación y la penitencia, distorcionando de esta manera el verdadero mensaje divino, porque Dios no creo el séptimo día como para que lo dedicáramos a adorarlo, pues El no necesita nuestra adoración, ni menos en un día determinado y en lugar y hora establecida por las jerarquías para manifestar nuestro arrepetimiento, porque lo que verdaderamente desea es que aprendamos a conocerlo y a amarlo como Jesús vino en forma exprofesa a enseñarnos, y es que Dios es nuestro Padre y que como hijos debemos acercarnos a El por medio del amor y jamás por el temor.
" El hombre también puede comprender mejor la naturaleza divina, si él se considera a sí mismo como un hijo de Dios y mira al Creador del Paraíso como su verdadero Padre espiritual. La naturaleza de Dios puede estudiarse en una revelación de ideas supremas, el carácter divino puede considerarse como una representación de ideales excelsos, pero la más esclarecedora y espiritualmente edificante de todas las revelaciones de la naturaleza divina, ha de hallarse en la comprensión de la vida religiosa de Jesús de Nazaret, tanto antes como después de que alcanzara plena conciencia de la divinidad.33"
La vida de Jesús fue similar a la de cualquier hombre de esa época, él tenía amigos con quienes pasaba gratos ratos de esparcimiento, cenaba con los fariseos y los publicanos porque no rechazaba a nadie, tenía amigos ricos como José de Arimatea y pobres como eran sus apostóles. En cierta ocasión estando Jesús reunidos con sus amigos y "según avanzaba la cena, la alegría de los convidados iba en aumento haciéndose desbordante, y todos estaban pasando un rato tan espléndido que los espectadores fariseos comenzaron a criticar en su corazón a Jesús por su participación en una cosa tan frívola y ligera. Más tarde, durante los discursos, uno de los fariseos llegó a criticar la conducta de Jesús ante Pedro, diciendo: «Cómo te atreves a enseñar que este hombre es justo cuando come con publicanos y pecadores prestando su presencia a estas escenas de frivolidad». Pedro le susurró este comentario a Jesús antes de que éste impartiera la bendición de despedida a la reunión. Dijo Jesús cuando comenzó a hablar: «Al venir aquí esta noche para dar la bienvenida a Mateo y Simón en nuestra hermandad, me complace presenciar vuestra alegría y esparcimiento, pero debéis regocijaros aún más porque muchos entre vosotros entraréis en el reino venidero del espíritu, en el cual disfrutaréis más abundantemente de las cosas buenas del reino del cielo. A los que curiosean y me critican en su corazón porque he venido aquí a alegrarme con estos amigos, sabed que he venido a proclamar gozo a los socialmente afligidos y libertad espiritual a los cautivos morales. ¿Es necesario recordaros que los sanos no necesitan de médico, sino más bien los que están enfermos? Yo he venido, no a llamar a los justos, sino a los pecadores». En verdad era éste un extraño espectáculo en el ambiente judío: ver a un hombre de carácter recto y de sentimientos nobles departiendo libre y alegremente con la gente común, incluso con una multitud frívola e irreligiosa de publicanos y supuestos pecadores 1540
Estas actitudes de Jesús creo que las aprendió de su madre, quien comprendiendo lo que significaba un matrimonio donde se había terminado el vino, no titubeo en pedirle a su hijo que hiciera algo por remediar esta carencia y bien sabemos que él entendió el problema y complació a su madre, demostrándonos cuan unido está lo humano y lo divino.
La alegría, la diversión sana debería ser lo que identificara a todo cristiano, porque ¡puede haber mayor gozo que el saber que no estamos nunca solos porque el amor de nuestro Padre nos acompaña siempre? por eso Jesús dijo: "No describáis a vuestro Maestro como varón de dolores. Las futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad, y la inspiración de nuestro buen humor. Proclamamos un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador. Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados. Los que aceptan esta enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre. Una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios.1766
El camino trazado por Jesús no puede estar excento de los accidentes del tiempo, ni de las vicisitudes de la vida, pero todas ellas se sobrellevan mucho mejor cuando recordamos que el Maestro nos dijo que la alegría era el arma necesaria para transmutar lo negativo en positivo pues "Cuando mis hijos tengan autoconciencia de la seguridad de la presencia divina, esa fe les expandirá la mente, les ennoblecerá el alma, les reforzará la personalidad, les aumentará la felicidad, les profundizará la percepción espiritual, y aumentará su capacidad para amar y ser amados.1766
No olvidemos que hay mucho más mérito y significado espiritual, cuando en medio de una fiesta o de una gran algarabía nos acordamos de la presencia divina que mora en nosotros y la hacemos partícipe de nuestra felicidad, que cuando en forma mecánica vamos a la iglesia un día determinado porque esa es la costumbre o el dogma establecido. Dios busca nuestra amistad, no nuestra pleitesía motivada por el temor o la costumbre.
yolanda silva solano