Cualquier manifestación (Acontecimiento, acto, sentimiento, deseo, pensamiento), no puede existir aisladamente sin conexión con otro fenómeno. Cada manifestación tiene una causa y produce consecuencias más o menos importantes y más o menos lejanas. Esto es lo que podemos observar cada día en nuestra vida diaria. Supongamos que hemos pasado un buen día. Pero sucede que en el momento en que vamos a acostaros, se produce un incidente que nos inspira tristeza y desánimo: Al día siguiente; cuando nos despertamos, nos damos cuenta de que todo lo bueno que vivimos en el transcurso del día anterior se borró, para dar paso a lo que vivimos en el momento de dormiros, y es esta penosa impresión la que ha permanecido.
Diremos: «¿Pero cómo puede ser que este momento desagradable fuera capaz de borrar todo un día vivido en armonía y en paz?» Pues bien, precisamente porque nada queda sin consecuencias, y un malestar sentido al final del día se hará sentir hasta el día siguiente si no hacéis nada para neutralizarlo. Así pues, cuidado, vigilemos el estado en el que nos hallamos en el momento de irnos a dormir."
Omraam Mikhaël Aïvanhov