Cada vez que vivimos un momento de tristeza y de desánimo, pensemos que en ello no hay nada definitivo ni irremediable; este estado no durará, una felicidad se está preparando para visitarnos. Pero mientras tanto; para no sufrirla pasivamente, digámonos que es posible utilizar este estado para nuestro trabajo interior. Los sufrimientos son comparables al mantillo; o incluso al estiércol que se pone en la base de las flores y arbustos, para que crezcan más vigorosos y más hermosos. En efecto, aquí también existe una analogía entre el plano psíquico y el plano físico. Y si estudiamos cómo reacciona nuestra psique ante tal o cual apremio procedente del mundo exterior o de nuestro mundo interior, descubriremos que es posible extraer energías también de nuestros estados más negativos.
Lo que nos falta como humanos, es conocer las sutilezas de la vida interior. Poseemos en nosotros todo un laboratorio donde tenemos posibilidad de buscar elementos que nos permitirán mantener la actitud correcta. Es imposible describir estos elementos así, teóricamente; cada uno debe encontrarlos personalmente, observando los efectos que los acontecimientos de su vida diaria producen sobre él."
Omraam Mikhaël Aïvanhov