«Discernid claramente la verdad y vivid con audacia la vida recta; así seréis mis apóstoles y los embajadores de mi Padre».
Libro de Urantia
Discernir nuestras verdades momentáneas por nosotros mismos, tiene muchísimo más mérito a los ojos de nuestro Padre, que el sabernos al dedillo cualquier libro llamado sagrado, o el mejor mensaje de una de las tantas "divinidades" o contactados que pupulan en la Red, porque "la religión no se pueden regalar, recibir, ni prestar, porque ella es una experiencia personal que crece proporcionalmente a la búsqueda. 1095 Para que cualquier mensaje o enseñanza tenga un valor de eternidad, debe ser anhelado por el ser humano desde lo profundo de su alma, porque " la verdadera religión es discernimiento interior de la realidad, el fruto de la conciencia moral y no un simple consentimiento intelectual a doctrinas dogmáticas. La religión consiste, no en proposiciones teológicas, sino en el discernimiento espiritual interior y de la confianza del alma. 1107
Para poder llevar en verdad una vida recta, no necesitamos seguir las normas ni los preceptos que otros nos impongan, pues la salvación es una tarea individual y porque "no podéis comprar la salvación, ni podéis recibir la rectitud. La salvación es el don de Dios, y la rectitud es el fruto natural de la vida nacida del espíritu de la filiación en el reino. No seréis salvados porque viváis una vida recta, sino que viviréis una vida recta porque ya habéis sido salvados, habéis reconocido la filiación como un don de Dios y el servicio en el reino como el gozo supremo de la vida en la tierra. Cuando los hombres creen en este evangelio, que es una revelación de la bondad de Dios, serán conducidos al arrepentimiento voluntario de todo pecado conocido, porque la comprensión de la filiación es incompatible con el deseo de pecar. Los creyentes en el reino tienen sed de rectitud y hambre de perfección divina.1683 de allí que "cada día que vive un verdadero creyente, le resulta más fácil el hacer lo que es recto.1740" porque no actúa motivado por las órdenes que otros le dan, sino que su motivación nace de su amor filial y entonces "la rectitud experiencial es un placer, no un deber.1574"
El discernimiento espiritual, sin lugar a dudas que requiere de una gran audacia, porque es asumir la responsabilidad de la totalidad de nuestros actos, no podemos culpar ni a la sociedad, ni a los profetas, ni a la religión, ni a los políticos, porque hemos comprendido que somos una individualidad cuyo destino es personal y se va forjando minuto a minuto según sean nuestras obras y también nuestros pensamientos más íntimos, porque "lo que una imaginación humana esclarecida y reflexiva, que ha recibido la enseñanza y la guía espiritual, quiere sincera y altruísticamente ser y hacer, se torna mediblemente creativo, según el grado de dedicación del mortal a la ejecución divina de la voluntad del Padre. Cuando el hombre se asocia con Dios, pueden ocurrir, y de hecho ocurren realmente cosas grandiosas 1467" como es el transformarnos en sal de la tierra y luz en la oscuridad para nuestros hermanos menos afortunados, que aún no conocen las bondades del Reino.
Si vivimos una vida recta, si estamos convencidos que "no es suficiente cesar de hacer el mal , sino que debemos aprender a hacer el bien.1736 en forma natural y espontánea, nos convertiremos en apostóles y embajadores del Reino, no por nuestra educación ni por nuestra elocuencia, sino por nuestro ejemplo de vida, recordemos lo que Jesús le dijo a Ganid con respecto a un pagano que no demostraba mayor interés por las enseñanzas de Jesús, "si pudiéramos llevarle a vivir con nosotros, tal vez podríamos mediante nuestra manera de vivir mostrarle al Padre celestial, y tal vez tanto lo atraería nuestra vida de hijos de Dios, que se vería obligado a preguntarnos acerca de nuestro Padre. No puedes revelar a Dios a los que no lo buscan; no se puede conducir al regocijo de la salvación a las almas que no quieren ser salvadas. Es necesario que el hombre llegue a anhelar la verdad como resultado de las experiencias de la vida, o que desee conocer a Dios como resultado del contacto con la vida de los que han conocido al Padre divino, antes de que otro ser humano pueda actuar como medio, para conducir a ese mortal al Padre celestial. Si conocemos a Dios, nuestra tarea verdadera en la tierra es vivir de modo tal que el Padre pueda revelarse en nuestra vida, y así todas las personas que buscan a Dios verán al Padre y pedirán nuestra ayuda para averiguar más acerca del Dios que de ese modo encuentra expresión en nuestra vida.1466
Nuestra fe ¿tiene esta fuerza de convicción ? Nuetra espiritualidad ¿resulta atractiva a los demás, o sólo ven en nosotros a "místicos pasivos y ascetas insulsos. 1931"? Nuestra conducta en la vida cotidiana ¿es capaz de alumbrar a alguién y mostrarle en forma silente el camino hacia el Reino???
yolanda silva solano